La navidad y las festividades

Por la avenida Quinta en Carrefor

A pesar que la navidad en nuestro país y en el continente americano es sinónimo de una fiesta muy particular que nos recuerda el nacimiento del niño Jesús como una fiesta católica, algunos consideran que viene de las festividades paganas en la época romana, donde se celebraba el comienzo del solsticio de invierno en la segunda década del mes, pero que por la tradición católica, y aunque no coincida con el  nacimiento del niño  Jesús, se ha convertido en el emblema de la modernidad donde se regalan juguetes a los niños, y todos nos reconciliamos con este espíritu de navidad.
Santa Claus, o el papá Noel,  también  hace su aparición en ellas, donde nuestras culturas se confunden con las de otros pueblos,  y nos recuerdan que somos producto de todo un desarrollo social a través de los tiempos, que pueden asimilarse a las celebraciones judías por esta época que no son más que parte de una leyenda histórica sobre sus luchas de libertad contra Roma, basadas en un milagro donde el aceite les permitió alumbrar durante 8 días después de su triunfo contra los invasores romanos, o que también como en el caso de la religión musulmana Jesús no es más que uno mas de estos personajes que junto con el arcángel Gabriel hacen parte de una una leyenda, pero que que en nuestro medio occidental también terminan participando de la festividad.
Y es, como como en el caso de nuestro país, parte de otras vertientes cristianas que por esta época también entran  a participar dentro de ese espíritu festivo donde los niños reciben regalos, y las comunidades religiosas participan muy a su manera de ésta época, muy difícil de evitar cuando el comercio y la colectividad de este imaginario común nos adentran dentro de estos goces que bien pudieran ser de origen pagano por la coincidencia de la fecha respecto de las celebraciones romanas en la época de los solsticios de invierno, o que por haberse dado el nacimiento de aquel  niño tan especial para los católicos, ha terminado por imponerse dentro de las costumbres de las diferentes religiones que hacen parte de nuestras sociedades del mundo occidental, y en especial del continente americano.
Ibagué, como parte de esa cultura y esa tradición también la celebra. Es más, la hace proclive al espíritu de esa libertad religiosa que hoy está consagrada en nuestra constitución que ha logrado suprimir los arcaísmos de lo que fue la constitución de la regeneración de Rafael Nuñez en el siglo XIX donde por más de 5 décadas  la religión cristiana era la base de nuestra identidad cultural, así otras religiones existieran porque era un estado dentro del mismo estado.
Con la constitución de 1.991 la libertad religiosa se impuso, y ha permitido que congregaciones de fieles cristianos y no cristianos surjan bajo el amparo de éstas, no sin olvidar ese comercio sutil que idéntico a los de la religión católica que primo durante años, a veces las convierten en las inventivas de unos cuantos no solo para conseguir fieles, sino para conseguir dinero. Pero que respetando todos estos ideales que nuestra constitución nos da, ha permitido hacernos más liberales que los mismo liberales de otras épocas, que durante años nos dividieron en dos grupos irreconciliables para vivir, y donde el estado se confundía con la feligresía de sus seguidores. 
Ahora dentro de ese espíritu festivo que nos impulsa a congregarnos alrededor de una cultura cristiana, otras vertientes y otras religiones también son parte de nuestra idiosincrasia  que incluso es normal como en el video que a continuación muestro, es parte de una vertiente religiosa cristiana que hoy participa activamente con su comunidad en sus actos de fe y esperanza para los suyos.
Ibagué hace parte de esa modernidad y de estos festejos decembrinos, que no son más que los de una cultura que ha trascendido desde la conquista hasta nuestros días, así ahora sean diferentes.