Ibagué entreverada de naturaleza virgen

  
Gusano que pareciera tener hojas sobre su cuerpo y que creo ningún científico hasta ahora ha visto
en la quebrada que comúnmente llaman la Pioja,y que a partir de la avenida 69 a donde fue tomada esta foto le dicen Chipalo. Hubo también unos jóvenes estudiantes que también tomaron esta foto. Podría ser un espécimen propio de este medio natural.   
Gusano desconocido a donde en sus filamentos sobresalen hojas que lo rodean en una extraña mimetización con la naturaleza de casi 1 cm. de grosor y unos 5 cms. de largo, mientras en medio se ven unas manchas doradas. Sus filamentos son especies de talios con hojas anidadas en el gusano, en medio de esta quebrada al norte de la ciudad a donde hay edificios modernos..   
Corfatolima
Naturaleza  que subsiste entre la modernidad que nos dejan las aguas residulaes de una quebrada, que en años podrán ser cañerías por la falta de la inoperancia y protección de entes oficiales. 


Tal vez fotos como éstas, y los vídeos que a continuación  verán, reflejan la idea de una ciudad que por donde se mire está rodeada de la naturaleza entreverada de montañas en la zona ecuatorial de América Latina a donde todavía es posible respirar sin la contaminación desbordada de las grandes ciudades como Bogotá o México, y  a pesar que se ha construido sobre la base de las migraciones de la violencia que ha azotado a este país, podría homologarse a las ciudades que se han planificado de antemano donde los arquitectos no han escatimado la naturaleza y el paisaje para construir ciudades planificadas como en el caso de Brasilia en Brasil. Aquí el medio no ha sido condicionado tan abruptamente por los que han llegado, a donde se puede ver que hay casas solariegas con sótanos en avenidas que entre las montañas  han estado formando una ciudad que crece por que su colorido y sus gentes, la hacen tan amena que todos los que llegan se amañan, ya sea porque esta ubicada en todo el centro del país donde convergen el flujo de carros y gentes  con  movilizaciones de mercancías, o porque sus características propias atraen a un sinnúmero de colombianos y extranjeros por el don que le han dado sus primitivos habitantes, que sin desconocer que existen los baches de la miseria y la desocupación, o de los peligros que engendran las delincuencias en las grandes ciudades, sus gentes alegran este espectáculo que se vive por que a donde quiera mirar verá montañas, como si estuviera encajonada en un valle  que a diario florece en construcciones y moles de cemento sin que se pierda la vistosidad del paisaje con sus aves y animales de todo tipo, y que incluso a veces uno cree que está en un paraíso tropical. La foto del gusano con que comienza esta página nos hace creer que existen animales que todavía no están descubiertos por la ciencia, o por que las migraciones de las aves y los encantos que tiene el paisaje hace que sus gentes todavía crean que están viviendo en una ciudad que todavía se parece a los pueblos grandes. Podría decirse que el entorno de gran parte de Ibagué obedece a lo que la misma naturaleza nos ha dado, donde los arquitectos que sueñan en construir ciudades que no alejen al hombre del medio natural, aquí la encontrarán. E incluso tendrán muy cerca ese entorno de montañas a donde volcanes como el Machín podrían despertar de ese largo letargo de lo que el hombre admira para irse de cacería y de pesca, o de una aventura a conocer estos paisajes a donde confluyen los nevados del Tolima, Santa Isabel y el Ruiz.
Tal vez, para los que no conocen estos parajes,  sino los ha visto, cuando los vean podrán tener ensoñaciones de estar en un edén. Ibagué está y se ha ido moldeando en las estribaciones de estas montañas en un largo valle que solo tiene salida en esos sueños que a veces forjamos los humanos a pesar de nuestras desventuras cuando se amenaza con la desforestación de nuestras mayores riquezas naturales, ya que son las de las mejores reservas de agua dulce y de oxigeno que existen en nuestro planeta.
He aquí unos mini-vídeos que refuerzan lo que digo.