Una faceta de Ibagué


Ibagué, más conocida como "Ciudad Musical de Colombia", además de ser catalogada por todos los que la conocen o han llegado de paso, como un vividero, es amañadora. Todos quisieran quedarse. El buen trato de sus gentes, la tranquilidad que se respira a pesar que como toda urbe también tiene sus peligros que no son tantos como los que pudieran tener otras ciudades de nuestro país o del mundo.
Y a pesar de sobrepasar  escasamente el medio millón de habitantes cualquiera pudiera creer que tiene más habitantes, lo que sugiere que  existe un grupo de población flotante, tal vez por que está en pleno centro del país, y porque el flujo de personas y de transporte es constante. Sus centros comerciales y los lugares adonde ha florecido el comercio que va desde Boquerón  hasta el norte de la urbe, ya sean El Salado, el Jordán, y otros sitios bien conocidos por los ibaguereños, se están extendiendo mucho más que lo que posiblemente en otras ciudades de Colombia se da. Antes se le conocía por una ciudad de pensionados y de desempleados, hoy todos la ven como una ciudad próspera, ya que cualquiera por cualquier tramo que quiera ir, ya  sea en la parte sur o norte se encontrará con grandes bloques de construcciones de urbanizaciones que se hacen a diario, y que uno podría decir que el que la vio hace un año ahora no la reconocerá.
En las siguientes fotografías que solo constituyen apenas una vía de la ciudad hacia el norte por la que va a Alvarado, todas son nuevas relativamente que incluso hace un año o dos todavía no existían. Y en la última toma del vídeo, el autor ha querido resaltar cómo adonde antes habían calles irreconocibles el peatón puede apreciar la transformación de una ciudad alrededor de la plaza de mercado del Jardín que es sin duda la que más surte de comida a los habitantes de este sector.
Y claro que ésta es una de las facetas de la ciudad: "La urbanización permanente en cualquier rincón de Ibagué".    





Plaza del Jardín