Junto con la Pola, estos barrios por excelencia se consideran históricos. Aquí Bolívar pernoctó primero con sus tropas en 1.824 donde la iglesia siempre ha tenido su sede, y un año antes de fenecer en 1.830 cuando venía cansado de su epopeya libertadora, que lo acongojaría más en Santa Marta cuando supo de la muerte del Mariscal Sucre en un complot orquestado entre sus mismos combatientes por la libertad; y aunque fue un paso obligado para las tropas de Bolívar quien mediante un decreto autorizó la construcción de un camino de herradura que fácilmente pudiera llevar a las gentes por los lados del Quindío hasta el Cauca, que según los pocos datos que existen, un investigador francés que con él anduvo, desobedeció esas ordenes y prefirió adentrarse a estudiar el nevado del Tolima.
Son conjeturas que posiblemente fueron ciertas, mientras estuvo con sus acompañantes en la primera ocasión animado por dos fiestas que se hicieron en su honor por una dama de la familia Caicedo,cuya casa quedaba en la parte sur de la plaza de Bolívar, acompañado también de otro prominente patriota de apellido París, pero que su ubicación exacta se ha perdido para posteridad, ya que alrededor de ella ahora solo podemos encontrar dos placas conmemorativas adosadas a las paredes donde estuvieron las viviendas de otro de los libertadores de nuestra independencia, el coronel José María Vesga, y la de Jorge Isaac, el autor de La María.
Más conocido antes del año 1.960 como "La Hoyada" tal vez porque en el descenso de "La Pola" adonde se inicia el "Cañón del Combeima" sus habitantes así lo llamaron, ya que aparentemente en medio de aquel valle de la cordillera y a pesar de la temperatura y el aire fresco que se siente es como si estuviera uno descendiendo cuando en realidad es una especie de comba que sigue más adelante hasta "Chapetón" y al nevado del Tolima.
Un barrio que el gobierno decidió llamarlo así en 1.960 que nos recuerda la travesía del Libertador y sus tropas en medio de una naturaleza fría e inescrutable porque los Pijaos tal vez fueron los únicos que lograron una y otra vez hacerle frente a los conquistadores españoles, quienes también terminaron unidos a las fuerzas de Bolívar, Santander y demás rebeldes que lucharon contra la corona española.
La presencia de Bolívar y su influencia que tuvo en Ibagué se ha perdido para la historia, pero cabe imaginar que en el agasajo que le hizo la distinguida dama ibaguereña en su honor, lo hubiera deleitado con los valses y las contradanzas que según parece deleitaban a Bolívar, pues mientras el uno provenía de Austria por no decir que de la región de Alemania y gustaba por su cadencia despaciosa de los bailarines, el otro venía de Escocia en Inglaterra, y era la danza que seguramente debió de impactar a las clases acomodadas de esta región y en toda América, mientras que en Cuba se hizo muy popular entre las clases sociales consideradas como de baja alcurnia.
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