Los pijaos: Legado cultural y religioso

Los pijaos eran un conjunto de pueblos indígenas originarios del Tolima y otros territorios aledaños en Colombia. En tiempos precolombinos, poblaron la Cordillera Central de los Andes entre los nevados del Huila, Quindío y Tolima, así como el valle alto del río Magdalena y el alto Valle del Cauca. Su religión era una mezcla de creencias tradicionales y el cristianismo. La religión en la cultura Pijao estaba profundamente conectada con la naturaleza y los elementos sagrados. En su panteón, destacaban dos deidades: Locomboo, una figura benévola asociada con el tiempo y la abundancia, y Nacuco, un dios más málevo vinculado a la creación del mundo. Además, consideraban sagrados elementos naturales como seres vivos, minerales y manantiales, manteniendo el equilibrio mediante rituales. También creían en los espíritus del monte, el agua y la tierra, y realizaban rituales para honrar y mantener la armonía con estos elementos. Además realizaban diversos rituales para honrar a sus dioses y a la naturaleza. Estos rituales incluían danzas, cantos, ofrendas y ceremonias sagradas. Los chamanes desempeñaban un papel fundamental en la realización de estos rituales y en la comunicación con los espíritus donde la agricultura estaba rodeada de rituales y ceremonias, especialmente durante la siembra y la cosecha. Dentro de sus Rituales de Curación, los curanderos realizaban rituales para sanar a los enfermos. Invocaban a los espíritus, quienes se manifestaban en extraños seres que los enfermos confundían con demonios. Al huir de estos “demonios”, también se creía que se alejaban las enfermedades. Estos actos reflejaban su profundo respeto por la tierra y los elementos naturales, manteniendo un equilibrio espiritual y comunitario.

Locomboo, originario del Tolima y otros territorios en Colombia era de naturaleza  benévola siendo considerada  “La abuela del tiempo”, lo que indica su carácter femenino. Era la diosa de la abundancia y la prosperidad. Aunque no creó al mundo fue  la creadora de todas las cosas excepto el mundo mismo creado por Nacuco. Figura importante en la mitología de los pijaos, era considerado un dios málevo y antagónico a Locombo. Representaba el principio personificador de lo material y se le atribuía la creación del mundo. Era el preservador de la realidad concreta, desde los ríos y montañas hasta los árboles y aves, el maíz y la batata, las piedras y las semillas.

Según la leyenda, Nacuco era un indio con habilidades sobrenaturales. Predecía acontecimientos y realizaba milagros. Su morada final se asociaba al Cerro Volcán Machín, ubicado a 17 km al oeste de Ibagué. Se decía que de allí surgieron un volcán grande y dos fuentes de agua caliente y fría. En resumen, Nacuco desempeñaba un papel complejo en la cosmovisión de los pijaos, y su historia está llena de misterio y significado.

Los pijaos realizaban una ceremonia anual,  en las laderas de Peñas Blancas tal y como lo dijimos en ocasión anterior, donde  confeccionaban un muñeco antropomorfo de paja relleno con legumbres y frutos, que representaba al tiempo. Lo lanzaban cuesta abajo, y quienes llegaran primero al sitio marcado, tenían un año afortunado. En resumen, Locomboo desempeñaba un papel vital en la cosmovisión y las prácticas rituales de los pijaos. Es de anotar que dentro de sus costumbres los pijaos modificaban su cráneo con tablillas ortopédicas desde la infancia, dándoles un aspecto de ferocidad,  mientras también ajustaban la forma de sus extremidades con cuerdas de fibras entrelazadas, y aunque controvertido, algunos relatos sugieren que los pijaos practicaban el canibalismo. Se dice que comían lentamente a otros humanos mientras estaban vivos, cortando pequeños pedazos que no causaban la muerte, y por eso fueron unas de las razones que fueron perseguidos por los españoles mediante el estigma que sembraron por la defensa de sus ancestros y tierras que les pertenecían desde antes de la llegada de estos.

Además de Nacuco, otras deidades pijaos incluían a Ibanasca, Molá era la serpiente que construyó parte de la Cordillera Central y Chilacó, cada una de estas con su propio significado y papel en su cosmovisión.

A principios del siglo XVII, los pijaos desafiaron al gobierno colonial español en una rebelión a gran escala. Opusieron una formidable resistencia a los colonizadores durante más de dos siglos, causando la muerte de muchos conquistadores y aliados. La resistencia de los pijaos ante el cristianismo también fue notable durante la época de la colonización. Aquí algunos aspectos relevantes:

Batalla de Bocanegra: En un enfrentamiento con los españoles, los pijaos, liderados por el cacique Calarcá, demostraron gran valentía. A pesar de estar en desventaja, lucharon ferozmente y causaron bajas en las filas enemigas.

Hurtos de Campanas: Los pijaos, en alianza con otros grupos indígenas, llegaron a robar campanas católicas de ciudades como Ibagué, Buga, Caloto y San Sebastián. Estos actos desafiaban la influencia religiosa española.

Muerte Trágica de Calarcá: El cacique Calarcá, símbolo de la resistencia, murió en 1607. Su legado alimenta leyendas sobre la lucha de los pijaos contra la ocupación española.

En resumen, los pijaos mantuvieron su identidad religiosa y se enfrentaron a la imposición cristiana con valentía y determinación. La resistencia de los pijaos ante la colonización y la imposición del cristianismo tuvo un impacto significativo en su cultura:

Aunque algunos cronistas los calificaron como “caribes”, su resistencia no solo fue contra la dominación española, sino también contra la imposición de la fe cristiana, donde profanaron campanas que eran los símbolos religiosos en  momentos de conflicto, por ejemplo, en la ciudad de Caloto, destruyeron la iglesia parroquial y arrojaron la campana desde la torre.

En resumen, los pijaos mantuvieron su identidad religiosa mientras enfrentaban la influencia cristiana durante la colonización con prácticas que reflejan su compleja relación con la espiritualidad, la supervivencia y la resistencia a colonización. 

A pesar de la llegada de los españoles y la colonización, muchos descendientes de los Pijaos siguen practicando sus rituales, preservando sus tradiciones. Además, sitios arqueológicos como San Agustín y Tierradentro, en la región sur de Colombia, que son Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, que demuestra la relevancia duradera del legado de estos.

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