El Espinal: "Entre la leyenda y el olvido"

El Espinal: "Entre la leyenda y el olvido"

Ser considerado "El Espinal" como el segundo municipio del Departamento del Tolima en que el comercio y el desarrollo basado en en el cultivo del arroz y otros productos agrícolas, mas haber sido fuente de trabajo de las textileras, cualquiera intuye que tras el legado donde se resumen los mitos y leyendas que nos dejaron los ancestros, tales como el Mohán, la Patasola, la Madre Monte, la Mula de Rafles, etc., que giran alrededor de una cultura, y que justo en toda una esquina frente al parque de Bolívar donde se encuentra La catedral de Nuestra Señora de El Rosario, declarada por el gobierno Patrimonio Nacional, y además tener una efigie de la musa de la Música en homenaje al creador del "Bunde Tolimense"-Alberto Castilla- considerado como el himno del "Tolima", cualquiera podría creer que nuestra identidad está siendo protegida. Y en medio de este legado musical contrasta con el olvido en que se encuentra el "Parque Mitológico" que fue fundado el 3 de abril de 1.993, que queda a unas cuantas cuadras de distancia donde fueron erigidas unas estatuas de las deidades del "Tolima Grande" por el escultor Fabio Artunduaga Ospina que reflejan nuestra idiosincrasia.


 

Mientras en pleno centro comercial se hace honor a nuestro legado musical y donde los imaginarios de nuestras deidades deberían estar en cada uno de los habitantes del Espinal, el parque donde se erigieron dichas deidades gozan del desamparo gubernamental y colectivo de la misma ciudadanía que no valora lo que foráneos de otras latitudes vienen a conocer en la creencia que solamente la lechona y el tamal, así como el festival folclórico de junio son los únicos valores que deberíamos proteger. A causa de esto los mismos comerciantes del sector, y sus habitantes, parecen que nunca hubieran valorado este legado que en otro país, sería el abanderado para atraer más turistas. Por desconocer nuestro pasado, y porque los mismos encargados de hacer valer nuestra cultura, han permitido el desgreño hacia este parque único en Colombia donde está representada la mitología de una amplia zona de Colombia. Tal vez por esta razón, después de la remodelación que le acabaron de hacer a la plaza de Bolívar y al parque Castañeda, a donde se tumbaron casi que cien árboles frondosos, haya hecho que la ciudadanía llame a este último, como el "Parque de las Guacas". Una inversión de más de cinco mil millones de pesos, que seguramente ha servido para que el imaginario popular lo llame así. Mientras la leyenda musical sigue y el comercio florece alrededor del centro de la ciudad, la cultura de nuestra raigambre indígena sigue en el olvido a unas cuantas cuadras de este.