El
parque de la Música comenzó a construirse en el 2.007 en un proyecto que sería
un homenaje a los músicos de Ibagué y diseñado por la arquitecta ibaguereña
Carolina Perea con seis esculturas forjadas en hierro a escala humana que interpretan diferentes instrumentos musicales creadas por el también ibaguereño
Olmer Rojas Lozano e inaugurada en el 2.008 en cercanía del Conservatorio de
Música y a un lado de la Sala Alberto Castilla, además que tiene una fuente luminosa que se activa con el sonido de la música. Es considerado por la Unesco patrimonio material de la humanidad debido a sus caracteristicas que entre otras cosas le ayudan su ubicación geográfica como mirador natural del imponente Cañón del Combeima que va hasta el Nevado del Tolima.