"Ser o no ser". Un dilema de Shakespeare que lo hizo mediante Hamlet. Así es la vida de los humanos en medio de los avatares de las sin razones. No hay razón para que otros se entrometan en su vida, si saben que no se está metiendo con nadie. Así son las injusticias. Ud resulta envuelto en un melodrama por lo que diga, haga o escriba, e incluso deje de hacer. Y aún así, sabieno que todos nos vamos a morir, disfrutamos de saber que todavía respiramos, a pesar de las ofensas y provocaciones de otros. Pero hay otros que no lo disfrutan por las envidias que les corroe por dentro, por el solo hecho de verlo deambular por las calles. Incluso no puede andar tranquilo sabiendo, que están tratando de hacerle daño que hasta se dan el lujo de enviar a otros con el fin de zaherir, como si tuviera un legado oculto, o porque dentro de sus delirios cree que anda en malos pasos, o simplemente por lo que fulanito le contó, o por lo que en otrora tuvo noticias de su vida como si en realidad les importara. Es más, lo vigilan muy disimuladamente y hasta se preguntan cómo ha sobrevivido todo el tiempo desde que lo dejaron de ver. Un desborde de pasiones en contra suya. Incluso lo roban, lo atracan, y hasta le meten política al asunto, con el fin de justificar sus agresiones. No descansan. Y lo bueno, le hacen creer que es importante. Un chivo expiatorio. Y no. Justifican y le dan rodeos con tal de involucrarlos en cualquier cosa como si se hubieran ganado la lotería con su historia. Y entre tantos, Ud. está sobreviviendo porque así lo ha querido, soportando estoicamente lo que otros han querido hacer, y ahí sigue. Aparentan lo que no son. Creyeron que se habían ganado la lotería, y Ud. sabe que lo han querido matar. Un legado oculto. Una serie de hechos que le han sucedido, como si tuviera un enemigo oculto. Despotrican acerca suya, y sin embargo no hay mal que por bien no venga. De tanto enredo se termina sabiendo que los que han estado interviniendo en su vida han cometido el delito de perseguir a una persona que tendría el derecho de vivir libre. Y no. Las lenguas les mueven a su amaño con tal de satisfacer sus espíritus. "Ser o no ser". En este mundo, no es difícil enredar a una persona, y crear sus aparentes enemigos. Y hacerlo por cuenta de otros de manera soterrada. Desde que llega, ya lo están esperando con los brazos abiertos, buscando el pretexto para defenestrar. Y Ud. sigue rodeado de enemistades porque así se lo han hecho creer. Son los que les gusta trabajar con el cerebro de los demás. ¿Y ha cuenta de qué? Es como esos cuentos en que nos informan que fueron por lana y salieron trasquilados. Son las historia de los sin razones. De tanto mal que han hecho, no les cabe en la cabeza de que el personaje con el que se han metido de mil maneras ni les debe nada ni les interesa, por más que digan lo contrario. Arman sus teatros para perratear, y solo consiguen problemas. Ser o no ser, he ahí el dilema. Son las historias de los sin razones. A toda costa quieren justificar el mal que han hecho, y la verdad siempre sale a flote. Echan sus historias para que se las crean, y termina sabiéndose que son falsas. Quedan como filibusteros por más que digan lo contrario. Interés cuanto valés. Cuando las gentes caen en esas historias de las sin razones quedan como los granujas y/o son granujas. Así de sencillo.
