La carestía que no da espera

Ir de compras a un supermercado en el que antes considerábamos que los productos de la canasta familiar eran baratos y bien surtidos de los artículos necesarios para el mantenimiento del hogar día a día, y nos encontramos de pronto con que los precios son exhorbitantes, y así caemos en cuenta que la capacidad económica de nuestro bolsillos ha cambiado, y que si no tenemos más a la mano, estaremos supeditados a menguar los artículos que antes mercábamos. Lo que antes adquiríamos a X precios, ahora resulta que su valor está por las nubes; y si íbamos a hacerlo para varios días, resultamos mermando el conjunto de comestibles para un día y si acaso para dos o tres, y en ese proceso nos amilanamos y pensamos en cómo solventar el dinero que hace falta para equilibrar con lo que siempre hemos necesitado, lo mismo que sucedió con otros compradores que aunque tuviesen las capacidades económicas, hablan de lo mismo y terminan achacándole dicho aumento de la canasta familiar al gobierno de turno, y a su vez este a los cambios económicos que se han dado en el mundo como consecuencia del Covid 19 que acabamos de pasar y el comienzo de la guerra ucraniana contra Rusia, y aunque sea cierto ya veníamos por la senda de la inflación galopante que sobrepasó a las otras que desde tiempos más cercanos habíamos vivido, y que nos recuerda a las políticas económicas que implantó Carlos Lleras Restrepo en su gobierno para prevenir estas afectaciones a que estamos sometidos en nuestras sociedades de tipo capitalistas. Y es que no solamente se han afectado los recursos básicos para la sobrevivencia, y que siendo a escala mundial los jóvenes en la busqueda de mejores oportunidades para su futuro han y están buscando nuevos rumbos diferentes al país que los vio nacer, por otros destinos que en apariencia pueden ser mejores, pero que dadas las oportunidades, muy pocos lograran satisfacer esos anhelados cambios personales que redunden en beneficios también para sus familias y al país de sus origenes, y mucho más si no cuentan con un estado que en el exterior los respalden. La carestía termina por afectarnos y sobre todo con las expectativas de un nuevo gobierno que también se proyecta en dar la solución adecuada a los problemas que nos agobian, y en ese sentido demeritan las propuestas que nos habían presentado, y así también a los posibles cambios que tuvieran en mente, seguramente que ese es el deseo de los que se han opuesto a dichos cambios y resultamos perjudicados por la pobreza extrama ha que hemos llegado. Y es que la cuestión no puede ser así,  ya que son muchos los factores que influyen para impactar una economía como la nuestra que a nivel mundial dependemos de los productos importados, de la regularidad de la entrega de las mercancía en los puntos de acceso via fluvial y otros de los medios de transporte y de las frecuencia con que se hagan  y de la disponibilidad de lo que producimos por nuestros propios medios y que sean adecuados también para la entrega como también de que las restantes también sirvan para la exportación y que fue regulada en su momento en la década de los sesenta con la creación del estatuto cambiarlo en el gobierno de Lleras Restrepo y que según los cambios que hemos tenido globalmente la hacen ineficiente por problemas ajenos a nuestras modalidades de los precios y la entrega de los mercados que no son eficientes, o la escazes de dichos bienes, o la producción a gran escala está estancada en los paises productorores y lo que producimos no dan a basto para satisfacer la demanda de la ciudadanía y por consiguiente los precios se elevaron. Y si no hay solución a la vista, las previsiones que hizo en su momento  el gobierno que dijimos que nos han permitido sobreaguar en los momentos difíciles que pareciera que la inflación está ganando el pulso que nos preocupa que lleguemos a los extremos que lo sucedido en Brasil cuando una persona iba a un restaurante, al momento de entrar figuraba un precio por la bandeja del momento y que al salir ya hay otro precio establecido, y qué decir de los abusos que se cometen por parte de estas grandes cadenas de distribución que para completsr nos venden productos podridos y con los precios aumentando todos los días que se convierte en un abuso por la usura y en la que parece que el gobierno tampoco toma medidas para evitarlo.

Así nos encontramos en un cuello de botella en que la carestía no da espera. Esperamos que todo esto cambie, lo mismo que otras cosas que están sucediendo en el ambito político y social de este país. 

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