Ibagué y su gente del Tolima



No sabemos lo fidedigno que pueda ser la historia que nos han contado acerca de Calarcá, pero sí de su disputa con Baltazar después que Ibagué fuera fundado con el mismo nombre del cacique inmolado por los mismos conquistadores que destruyeron su vida y etnia, y enrevesada con historias de las que todavía no sabemos cuáles de ellas sean ciertas o no, porque se cree que quería la paz con los conquistadores que venían con órdenes expresas de destruirlos y dominarlos a como fuese lugar. Una leyenda que hace parte de nuestra idiosincrasia que hoy dan forma a nuestra pléyade como ibaguereños y/o tolimenses. Qué su padre al ceder el derecho de ser cacique a Baltazar para dirigir a sus hombres que componían sus tribus federadas desencadenó el odio contra su hermano y que por esa razón le secuestró un hijo suyo en retaliación por haber sido este un hombre que quería la paz con los conquistadores, y que además cambiaría el nombre original por el de Baltazar, tras celebrar sus nupcias con una blanca en medio de esos mestizajes que se dieron entre aborígenes y españoles. Ciudad capital surgida con el nombre del Cacique Ibagué, inmolado a manos de Andrés López de Galarza, y luego de esto, tras cruenta batallas que duraron además de haber sido destruidas muchas etnias indígenas con los arcabuces de la pólvora y los perros amaestrados para las guerras aprendidos en la larga lucha de los españoles contra los moros, la historia de la muerte de Baltazar desde esos años se fue tejiendo con otras historias que han venido enriqueciendo todo ese contenido cultural que trasciende y hace que Ibagué en particular haya sido considerada como una ciudad de paso, que ha hecho que las antiguas construcciones hayan desaparecido para dar forma a lo que hoy es.

Aún así, dentro de sus tradiciones culturales su origen no ha sido olvidado, máxime cuando junio la celebración del folklor tolimense hace gala de ser uno de  los mejores  del interior del país, y que se celebra entre las festividades de san Juan y san Pedro, en una época en donde migraciones de personas se vuelcan para convertir todo este tiempo en un jolgorio de alegría, aunque sería mucho decir, que en Ibagué y sus gentes del Tolima mantienen de festejo, ya que no hay un fin de semana que en su territorio muchos lleguen a descansar y a celebrar.  

He aquí un buen vídeo en una de estas tardes soleadas en un sector entre los barrios posiblemente más antiguos y centrales de Ibagué, como son La Pola y Belén.


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