Una ciudad turística

Aquí en este sitio, en la plaza de Murillo Toro adonde hubo un árbol de mango que duró más de un siglo como sitio de reunión de todos los Ibaguereños, y a donde se puede ver la gobernación del Tolima y otros edificios aledaños, incluido uno donde funcionó antiguamente el Colegio de San Simón; Ud. puede sentirse casi en el centro del país.
El hecho de haber sido considerada durante años una ciudad de paso, incluso desde la conquista, la hacen que muchos la consideren así, y porque también la hospitalidad de sus gentes, y los sitios que tiene tan importantes como el parque de los nevados incluyendo el nevado del Tolima, y la cercanía con la civilización agustiniana en el Huila; además de los paisajes naturales que brindan la cadena de montañas que la alberga donde por los tiempos del verano verá los ocobos florecidos, hacen que cualquiera que llegue se enamore de esta ciudad, ya que en el valle en la que está y su clima particular, la convierten en un lugar preferido por los turistas. Ya lo han hecho muchos otros habitantes oriundos de otras regiones, en las que están incluidos los venidos de las costas del mar Pacífico y del Atlántico, que en estos valles por donde está la ciudad antigua, y la conglomeración  de de otros nuevos barrios que entre estas montañas la han convertido en un lugar espléndido a donde el bullicio y el sabor festigo y amigable de sus pobladores, atraen a más de uno, que cree estar en su lugar de origen. Los Costeños se vanaglorian, pues desde que funciona la universidad del Tolima y otras instituciones superiores que hacen gala de los conocimientos que imparten, en nada desmerecen con los de Bogotá o de Colombia, e incluso de otros países; y porque en estos valles bañados por los ríos Combeima, el Coello, el del Saldaña y otros afluentes que llegan al río Grande de la Madalena, no han hecho más que aglutinar a un conjunto de gentes, que de manera cálida reflejan  la cultura típica del Tolima Grande, que hacen que a su vez antioqueños, santandereanos e incluso muchos otros llegados de otras regiones del país, con su música y su paisaje, la conviertan en una ciudad adonde todavía se puede vivir muy diferente al caos de las grandes urbes, donde al medio día el tiempo se paraliza entre la modorra y el cansancio, para que al llegar la tarde se pueda disfrutar del agite que se merece cualquier ciudad con su calor humano, donde los ocobos florecen, e incluso ante cualquier cita o encuentro alguien le pueda decir que yendo por aquella avenida o calle, adonde hay un tamarindo, o un árbol en particular, encontrará lo que busca. 
Como en esos espejismos que los novelistas cuentan, o los escritores renombrados hablan, entre los señuelos que pueden servir para que un pescador furtivo no necesite su atarraya para pescar un buen amor en una región de pescadores, o en una de esas noches donde la luna flota entre estas montañas, al sentir que el calor tropical, lo anima a disfrutar de un bello atardecer, viendo cómo las garzas o los loros viajan en  romería a través de la ciudad por entre el cielo cristalino y azul a buscar los árboles de las avenidas para recogerse.
Entonces comprenderá que esta ciudad tiene sus encantos, que está entre las calles bordeadas de edificios modernos, de deleites de los sitios donde se respira un ambiente alegría, o incluso en cualquier plaza de mercado puede sentir que  como en otras, el sabor campesino y sus costumbres le están dejando algo cotidiano y hermoso del ambiente.
Y si busca sitios adonde quiera ir a bañarse, o a disfrutar con los familiares o amigos un buen rato con comida al aire libre, o a recrearse con el panorama de montañas, lo encontrará en muchos barrios; o si busca donde desestresarse, entonces encontrará sitios turísticos a las salidas de la ciudad, y porqué no, yendo hacia el norte, podrá bañarse en algunos de los sitios recreativos que hay, o recrease con la afluencia de campesinos oriundos de estas regiones de montañas calientes, o acercarse a uno de los baños que desde la independencia se ha convertido en un lugar obligado y preferido para todo aquel que llegue a conocer esta ciudad.

Podrá disfrutar de sus gentes y del ambiente, que a manera de ejemplo le puede servir el siguiente vídeo de "El Salado" en su plaza principal, que no es más que una parte extrema de Ibagué, por que la ciudad ya ha llegado allí, y seguirá creciendo por estos lados.