Navidad 2.014


Año viejo 2.014
Hay que decir que esta navidad además de estar pasada por aguaceros constantes donde el sol solo se dejó ver casi que sobre el 24 de diciembre, y además el pronosticado verano por el fenómeno del niño, solo al final del año comenzó a sentirse. Celebrar la navidad es una costumbre popular en que participa todo un imaginario colectivo pero que a pesar de todo se notan las diferencias de lo sucedido en otros tiempos, aunque los almacenes y la misma ciudad se engalanaron con los accesorios y adornos navideños desde mucho antes, casi que después de celebrarse en septiembre el mes del amor y la amistad. Pero aún así, todo ha cambiado. Ya no se usan los adornos naturales de antes. El musgo se remplazó por el sintético. Los árboles y todo lo que rodean este acontecimiento del nacimiento del niño Jesús hacen que los comerciantes inunden de mercancías chinas el comercio de todo el país, quienes hacen un derroche de ganancias que van desde el mercado mayorista hasta los vendedores ambulantes en el que cada familia participa para dar algún detalle a los suyos. Una alegría que parece desbordada cuando los particulares compran la pólvora en que los volcanes, los totes y toda su parafernalia hacen que disfruten de esta festividad en donde encienden sus luces navideñas en horas nocturnas, y a pesar de la prohibición que el gobierno ha hecho sobre el uso de la pólvora, estos dan rienda suelta a sus alegrías; ya que solo se puede hacer en espacios abiertos como el estadio Murillo Toro o en otros sitios por expertos para el disfrute de los ciudadanos. También se siente el cambio en cuanto a la música de los villancicos con el inicio de la novena navideña, y la música alusiva a esta fiesta, solo lo hacen en las casas y en algunas emisoras que las transmiten, debido también a que esta costumbre y el cosmopolitismo que vivimos gracias al auge del Internet y de los medios de comunicación, en cierta medida ha perdido parte de ese carisma que los colombianos teníamos sobre estas festividades, pues incluso tal y como el autor lo vivió en su tiempo en Venezuela, desde los albores de septiembre se escuchaban las famosas gaitas que eran sinónimo de la entrada en la era de la navidad, en los centros comerciales y demás barrios y ciudades, que su celebración pasaba desapercibida ante el embrujo de lo cosmopolita que tanto ha influido en nuestra manera de pensar. Aquí las canciones navideñas o alusivas a esta navidad solo se escucharon cuando comenzaron los festejos propios de esta. 

A pesar que otras religiones le han quitado audiencia a nuestras costumbres católicas, la gente participa de las festividades. Hasta los muñecos de trapos que se hacían llenos de pólvora, ahora se venden para ser quemados los 31 de diciembres sin un ápice de ella, a pesar que todavía se puede ver en algunas calles o avenidas a niños que piden para ayudarles, a comprar la pólvora y celebrar el último minuto de este año que se fue, y el comienzo de otro. 

Es probable que el próximo, ya sea diferente a pesar que el sentido religioso y católico de nuestras gentes todavía priman sobre las de las otras religiones que digo, el cosmopolitismo de nuestra sociedad seguirá moldeando estos festejos decembrinos.

Abajo hay unas cuantas fotos acerca de esta temporada y unos vídeos sobre el mismo tema.       

Año viejo











Carrera 3a. Calles 12 y 13




Carrera 3a. Calles 13 y 15


Una misa navideña en la catedral de Ibagué

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