En los tiempos del Corona virus 19.

Hoy después de varios meses y luego de todos los cambios hechos por el gobierno nacional, a nivel de Ibagué podemos sentir las afectaciones que nos ha dejado el Coronavirus 19 fuera de los muertos que a diario tenemos todavía por su causa. Más de un negocio en quiebra como consecuencia del cierre obligado del comercio y el encierro a que nos tuvo sometidos la decisión del gobierno de Iván Duque, y por más que nos digan que hubo ayudas económicas y mercados para los más necesitados, estás medidas no fueron suficientes porque la economía durante todo este año ha estado en recesión. Los comerciantes y la población en general se quejaban desde mucho antes de la pandemia con los paros de los educadores, y también los sindicatos de los trabajadores querían una protesta nacional, vale decir que los que trabajamos por las calles con nuestros productos  la situación que vivíamos parecía insostenible hasta cuando llegaron las medidas del enclaustramiento obligado, y así la economía tocó fondo para muchos. Algo que nos dimos cuenta con el asesinato del estudiante de derecho a manos del abuso policial que generaron las protestas y rompieron con el largo silencio tenido por la pandemia que ocasionaron muertos y disturbios en todo el país, y en especial contra las estaciones de policía ante el descontento ciudadano; y a pesar que nos digan que dichos amotinamientos contra la fuerza pública fueron el producto de un plan subversivo para desestabilizar un gobierno que ha perdido seguidores por los malos manejos del orden público y una economía arrinconada por la desesperanza de una población que sabe que la crisis continuará  de mal a peor debido al alto costo de la vida por los malos salarios y los impuestos que este gobierno implementó antes, la mala distribución de la riqueza y el poco incentivo para las clases sociales menos favorecidas, y porque es y han sido las mismas políticas de los gobiernos que hemos tenido, y que todavía no han satisfecho las necesidades apremiantes de los ciudadanos. 

El resultado de esta apertura y el afán de todos por recuperar parte de lo perdido con la penuria económica en que se encuentra el país, y mucho más como en el caso de Ibagué en donde el desempleo es altísimo, ocasiona que los protocolos que debemos seguir no se están haciendo efectivos, y qué parte de la población a pesar de haber aprendido cómo debemos comportarnos para protegernos del virus,  no los respeta para evitar así el pico alto de la Coronavirus que estamos viviendo en esta parte del país,  y es probable que pueda ser incontrolable si hay un rebrote tal y como acontece en Europa que ha obligado nuevamente que los gobiernos vuelvan a ordenar las restricciones de libertad de movimiento de las personas para controlar la propagación del virus. El tapabocas, las restricciones dentro de las propias viviendas para hacer festejos en una ciudad que está acostumbrada a ellos, los choferes de los buses que no respetan la obligación de no dejarlos atestar de pasajeros,  y la misma gente que en los negocios sus dueños no hacen lo necesario para conservar el distanciamiento social, la misma clientela que también se quita los tapabocas para dialogar sin restricciones como sí el virus no estuviera por ahí circulando, y conductas parecidas en toda la población en que peatones, conductores, y población en general cree que el virus no existe, o porque como hasta ahora no a visto un enfermo o muerto del virus, cree que no hay peligro.  Y claro que incide el hecho de la paranoia en que hemos estado por esta razón, que cuenta con que a muchos de los muertos que sin ser por la consecuencia de este virus se lo achaquen al mismo con el fin de obtener ventajas pecuniarias, tal y como sucedió en la época de los falsos positivos. Así son desgraciadamente nuestros imaginarios, y esperemos que a pesar de lo que se dice del pico alto de la pandemia, no nos termine afectando debido a que no existe una amplia coherencia de la información por parte del gobierno en esta región. Esperemos que no. Ojalá que sean tiempos mejores los que nos deparen, después de este largo tropiezo económico y social soportado por la población en todos estos meses del año desde marzo, por no decir que en todo el año.