Atraco antes de Navidad 2.020*

 


Hora 10,30 A.M. aproximadamente, o un poco menos Muy cerca a esta, justo como en un anterior atraco vivido y contado por el imaginario en Crónicas Gendarmes 2 en que un día antes había sacado un computador en Flamingo y que al  salir ese día a visitar unos clientes a Ciudad Bolívar ya bien afuera de la casa del Jordán 1a.etapa me acordé que llevaba los papeles del crédito, y entonces decidí regresar a dejarlos, o sino también habían sido parte de aquel atraco en el día en que casi me matan. y lo pueden leer tal y como lo contó un imaginario en el link anterior.

Tal vez el festivo anterior, en ciudad Bolívar justo por los mismos lugares que he andado mientras use el celular en la calle, por los lados de Multicentro, y recordando lo anterior sucedido guardé el celular por precaución.  Nada extraño. Y sin embargo por esas circunstancias que uno aduce a que se sentía preocupado por la mirada furtiva de gentes que parecían preocupadas por que veían que usaba el celular para escribir y publicar vía internet, o porque el celular era uno de esos de marca, y queriendo aparentar un robo ya esos ladrones organizados disimuladamente me estaban amenazando como en los tiempos en que me atracaron en la Ciudadela Simón Bolívar adonde después del atraco de hoy, por allá figuraba por internet el celular  que robaron y por esos mismo lados adonde hace 3 años me atracaron otros muchachos, y donde los policías que acudieron a mi llamado desde una casa de unos vendedores de espejos, no creían que me habían robado y por el contario dijeron que los habían llamado por una posible estafa que se estaba dando, cuando en realidad tal y como se los dijo aquella señora de ese barrio y vendedora ambulante de espejos que miraran mi espalda sangrando con una piedra enredada entre la piel y mi cinturón en que parecía que otro los hubiera llamado cuando en realidad los llamé luego de aquel atraco desde aquella casa que tienen los teléfonos de las autoridades para hacer las vigilancias entre los vecinos para prevenir lo que me sucedió. Iba para donde una cliente profesora a ver si compraba algo, y pasando la iglesia me adentré por una de esas calles cuando me di cuenta que dos venían corriendo como a atracarme. Enseguida pensé que era por el celular, y era cierto, cosa que corroboré hoy. Uno sin camisa de esos que frecuenta esos sitios porque ya otra cliente cuyo hijo es imaginario me lo había advertido hace tres años luego del primer atraco, y otro barbado que estaban corriendo detrás de mi, y al percatarme decidí no ir donde la cliente y meterme por otra calle adonde estaba un muchacho que he visto, porque para donde iba la calle estaba sola. Seguí tratando de protegerme y al mirar para atrás el que estaba sin camisa se quedó charlando con aquel muchacho que vive ahí, mientras el otro se quedó esperando. Entonces hice el amague para protegerme y una señora que salía de una casa y al ver lo que pasaba, pues miró hacia donde estaba el supuesto ladrón, se devolvió asustada y se entró de nuevo a la casa seguramente previendo lo peor.  Ya al llegar a la esquina otro estaba esperando pero se le dañó el rato por que habían testigos y se dieron cuenta seguramente de lo que estaba sucediendo porque son del sector.
-Cuando llegue a la casa, a la media cuadra lo atracamos, dijo el moreno que estaba sin camisa o probablemente aquel que saludó. No miré para atrás.
 
Y es que antier otro me reforzó la idea de que me iban a atracar. Estaba previsto. Por estos lados tuve la certeza de que lo iban a hacer. Miradas acuciosas de que escribía y que lo hacía a toda vista, inescrupulosos que se inventan sus historias mentiras sobre otro mientras azuzan con su lenguas como si los delincuentes fueran de esos intelectuales que lo planifican todo, lo mismo a lo contado por "El Embrujado" en "Crónicas gendarmes"
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Me iban a atracar después de más de una hora de haber usado el celular en el Jordán, frente a Multicentro, en la ciudadela Bolívar los dos que digo y no lo lograron luego del encierro donde hubo uno que dijo, lo atacamos a la vuelta de la casa y lo hicieron hoy, con testigos y luego que el que me agredió lo hizo con sus manos, que se lanzó a quitármelo y sin contar con que me opondría y luego de hacerme caer, romper toda la gaveta de los huevos que llevaba, y el mercado, se llevó el celular como si de antemano en todas las ocasiones estuviera marcado tal y  como lo han hecho desde que regresé a Ibagué en medio de esas marcas donde uno no sabe quién es quién. 

Uno que vi que estaba en un carro apareció con un revolver diciendo que trató de defenderme cuando aquel truhan se abalanzó contra mi, y que había estado observando en aquella calle solitaria cuando hablaba con un familiar, contándole que antier otro me había recordado aquel atraco sucedido en Tolima Grande, y que contó el imaginario que nombré Crónicas Gendarmes 2. 
-Antier me sucedió algo imprevisto, le dije. Iba al frente del Multicentro, y pareció un muchacho que me llamó la atención, y hace parte de esos que trabajan por las calles. Me miró a ver si llevaba algo en los bolsillos del pantalón, y al verme la cara se acercó casi que a boca de jarro para pedirme una moneda, y en tono medio amenazante dijo:
-Deme una moneda.
-No tengo le dije.

Enseguida me di cuenta -seguí diciendo-que iba adonde una muchacha que estaba sentada en el paradero de los buses que hay al frente del centro comercial que digo. Entonces caí en cuenta de aquel desconocido que apareció por detrás en aquel atracó que conté hace tres años en un marzo en el día anterior de las elecciones. Aquella muchacha justo con este me hicieron recodar lo contado.

Hoy por internet supe que los que me robaron se habían ido hacia ese sector de Simón Bolívar y también por los lados del río de la Pioja. Y muy cercanos de donde fue el otro atraco, y como si tuviera en esas calles vigilancias inescrupulosas. Me atracaron, así de sencillo. Sin armas y de frente aquel ladrón se abalanzo a quitarme el celular luego que me fueron dando señales de que lo iban a hacer. Un atraco a plena luz del día y a la vista de todos. Es curioso, pero esos sucesos tan de seguidos durante años contra el autor, parecen muy extraños. No son normales ni tan de seguidos contra una persona. Mucho menos que desde tan lejos de donde me salieron supieran donde vivía. Son marcas siniestras. Digamos que en  este país con todo lo que vivimos existen otras historias.
*Blog hackeado inmisiricordemente por alguien que me quiere ridiculizar después de haberlo publicado. Ojo con los errores de redacción.