El Ibague que se nos fue


Toda una vida se ha sostenido que nuestra ciudad es un vividero porque todos los que llegan se amañan, pero a veces uno cae en esas desesperanzas, y no por el Covid 19. Si no por otras, en esos trabajos suigeneris de sicología, o mas bien en esos  extraños entornos que a veces se los forman otros con sus teatros en el cerebro. Montajes digo que uno puede pensar que Ibague no es lo mismo. Si, y eso que contamos con la tecnología a nuestro alcance. O se usa para otros fines. Cuando comencé a publicar estos blogs con el animo de hacer un libro sobre la historia de nuestros municipios y algo de cultura creí que igual que en Bogota y otras ciudades había gente que se interesaría en nuestra historia. Lo que no sabia era que a su alrededor de estas existían otros mas interesados en que se contaran las suyas mediante subterfugios, y los que creímos que esto era un paraíso no parecía ser cierto. Como todos los sueños o igual que "El paraíso perdido". Y están siempre enviando sus mensajes. Historias que he vivido en otros lugares y en otros sitios,  pero que ahora oomo felices novatos están haciendo los que otros ya hicieron hace años. Nos entusiasmamos durante casi un lustro por contar la historia de Ibague y de los municipios del Tolima, y estos en cambio quieren cambiar el sueño que hemos tenido por otros imaginarios. Son las endemias del alma tolimense. Y que claro en esos trabajos  todo mundo sabe quien es uno y sin uno saber lo que otros piensan sobre uno. Que pena que personalice este blog.
- Como que te equivocasteis de corazón. Seguramente le diría Sancho Panza a Dulcinea.

Y lo digo por otras razones porque nacimos y nos criamos en este vividero que a muchos ha enorgullecido. No será de las mejores, pero sus gentes son amables y tratables. Todos lo somos.

- Quienes sois, diría "El Quijote de la Mancha" que toda su vida estuvo  luchando contra las aspas de los imaginarios de los molinos de viento en su tiempo.

Imaginarios a los que estamos cambiando el sentido de pertenencia de esta ciudad. Y nos están creando el temor en nuestros propios entornos. Quisiera acudir a Sancho Panza, para que Dulcinea alegre nuestras vidas. Perdón, de eso casi nadie sabe, porque sus alcurnias no se pueden comparar con este personaje salido del genio   de Miguel de Cervantes Saavedra. Todavía hay mucha juventud que ha pasado por colegios y algunos no saben de esto. Ahora prosperan muchos tipos de trabajos y menos como los de la cultura de nuestros ancestros. Decía que nuestro vividero y la buena fama que tenemos se esta perdiendo. Ahora ya no se habla de trabajos de sicología si no de terapias y otras cosas por el estilo. Lastima de nuestro Ibague que se parece mucho a la historia vivida por esta ciudad cuando llego Galarza a conquistar los sueños de lo que hoy somos, a costas de los que vivían en estas tierras, y el primero que lo sufrió fue este mismo que  dio honor a su nombre y después como ciudad musical de Colombia. Eran otros tiempos. Es posible que no hubiéramos  cambiado mucho en nuestros imaginarios en mas de 500 años. Quisiéramos que así lo fueran.