Presidentes tolimenses de Colombia - Manuel Murillo Toro

Manuel Murillo Toro

Sí la independencia de España nos dio la libertad, tendrían que pasar otros años para decir que todo el andamiaje jurídico y social de "La Colonia" que lo sostenía había desaparecido. Las antiguas familias aristocráticas descendientes de los colonialistas continuarían con sus imaginarios de posesión basados en el latifundio y las demás relaciones sociales de producción en que la servidumbre y la esclavitud tendrían que desaparecer como estamentos ante el surgimiento de unas nuevas clases sociales que desde antes se venían gestando ante el derrumbe de las monarquías en Europa, producto de la Revolución Industrial que conllevaría a la Revolución Francesa de 1.789 con "La Declaración Universal de los Derechos del Hombre y del Ciudadano" y como reconocimientos venidos de los antiguos Derechos Naturales  en que los pueblos y pensadores surgidos abogaban por mejores condiciones de vida para la época en que vivieron, con el desarrollo de los medios producción que generaron nuevas formas de pensar,  producto de "Los  Enciclopedistas" y demás filósofos e intelectuales acerca de la formas de gobernar basadas en la ampliación de los derechos y garantías individuales del hombre, lemas de nuestros libertadores que influyeron en unos jóvenes que resultaron  adalides para sepultar con nuevas leyes todo lo arcaico dejado por La Colonia española, y que sirviera de cimiento de una nueva sociedad  que defendía la inviolabilidad del derecho a la vida y la propiedad,  la libertad económica y de cultos, la libertad de imprenta y de asociación, el sufragio universal, la libertad de porte y comercio de armas, la abolición de la esclavitud y la pena de muerte, que serían algunas de las ideas que estos implantarían en esa lucha denodada por el poder y el modelo social que querían, y que fueron los defensores de la ideas liberales frente a los que querían seguir disfrutando de los mismos derechos que los españoles les dejaron. Abolición del reclutamiento forzoso y  la prisión por deudas que provenía del antiguo derecho romano, y constituir así, el derecho por mejores condiciones de vida para los presos, mediante la reducción de la duración de las penas en unos juicios con jurados, el reconocimiento de los derechos de las municipalidades y las provincias y que en la historia de Colombia conocemos como el triunfo de las ideas radicales con las Constitución de Ríonegro de 1.863 con la creación de "Los Estados Unidos de Colombia" y que incluía a Panamá, constituidos como estados federales, que duraría apenas 23 años  aproximadamente en la que Manuel Murillo Toro sería uno de los que más inspiraría con esta ideología, y el que fraguaría todos estos cambios con sus ideas propagadas en los periódicos y las leyes que redactó, y ayudó  a construir, y que comenzaría con su participación en "La guerra de los Supremos" cuando el caudillismo de los antiguos libertadores y la propiedad sobre la tierra a donde la iglesia era la que tenía los mayores latifundios, gestarían la primera guerra civil después de la independencia propiciada por la defensa de los intereses religiosos a la que también se llamó "La guerra de los conventos" cuando José Ignacio Márquez en el gobierno que le sucedió a Santander, ordenó suprimir a los conventos con menos de 8 religiosos para convertirlas en escuelas públicas. Era el espíritu de los libres pensadores defensores de la separación religiosa del Estado ante una realidad avasallante que influía con su pensamiento el antiguo andamiaje clerical que sostuvo mediante la educación el imaginario colectivo de lo que fue La Colonia Española en América. Luego en el transcurso de su vida sería  presidente elegido por votación  durante dos periodos, influencia que a pesar de lo que fue "La Regeneración de Nuñez", con sus ideas influiría después con la instauración de la función social sobre la propiedad privada sobre la tierra, en el gobierno de Alfonso López Pumarejo más conocido como el de "La revolución en marcha" en 1.936. Unas confrontaciones surgidas al vaivén de las diferentes guerras civiles que se dieron por el poder entre dos ideas opuestas sobre la forma de gobernar, y que venían desde las guerras de la independencia entre Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander, que en la práctica generarían divergencias entre los mismos partidos constituidos, ya que unas eran las teorías en que se basaban y otras las realidades que afrontaban, que los llevaron a posiciones diferentes en el curso de sus respectivos gobiernos. Mientras que Santander, a pesar que fue un defensor de la legalidad que representaba, al final de su vida tuvo un interés autoritario muy parecido a las ideas que tuvo Bolívar en su momento, que le ocasionaron problemas con sus mismo seguidores al querer instaurar con su influencia al poder a José María Obando, y respetuoso de sus ideas entregó el mando a José Ignacio de Márquez,  al  fin y al cabo como caudillos militares, los  civilistas por los mismos hechos que vivieron, ya al final de su vida, ya que a Obando se le acusaba de participar y ser responsable de la muerte del Mariscal Antonio José de Sucre en el complot urdido contra este, además de dudar de sus ambiciones golpistas, y muy parecido con Tomás Cipriano de Mosquera que siendo liberal después de su origen conservador dentro de sus propias filas trataban de evitar que se hiciera de todo el poder con el proyecto de los federalistas, a pesar de haber sido uno de sus promotores y defensores. Una realidad que se le impuso al mismo Murillo Toro que pese a su pensamiento a ultranza del libre comercio, y de la poca participación que el Estado debía tener entre el libre derecho de los particulares en sus actividades personales y del ejercicio del comercio, incentivó grandes obras estatales cuando estos por los grandes capitales que se requerían no lo podían hacer, como el proyecto fluvial por el río Magdalena, o el de las comunicaciones con la implantación del telégrafo, ordenó la elaboración de los primeros mapas basándose en los trabajos de La Comisión Corográfica de Agustín Codazzi, mientras que en su segundo gobierno logró solucionar en parte el problema de la deuda pública interna y externa con los prestamos contraídos por Santander a raíz de la independencia con Inglaterra, además de emprender las anteriores obras de infraestructuras, y luego de ser  el primer Presidente del Estado Soberano de Santander a donde llegó conociendo la favorabilidad para emprender sus proyectos ideológicos que darían como resultado la creación del Estado federal con la "Constitución de Ríonegro" en donde aplicaría todo el ideario de los liberales radicales coetáneos de Ezequiel Rojas el mismo que participó en la conspiración septembrina contra Bolívar, y fundador del partido liberal de Colombia en la misma época en que Mariano Ospina Rodríguez fuera el fundador del partido conservador. Dos ideas contrapuestas que dieron origen a los dos partidos tradicionales de Colombia.

Nacido en Chaparral el 1 de Enero de enero de 1.816 en el seno de una familia pobre lo mismo que la mayoría de los que constituyeron el famoso "Olimpo Radical" entre 1.863 y 1.886 donde la agitación de las ideas con los programas políticos y sociales que impusieron para lograr los cambios que querían, entre ellos el de un Estado Laico tanto así, que en en la década 1.870 se produjo la guerra de las escuelas en una sociedad en que la Iglesia no quería perder las prebendas que tenía sobre su influencia en la educación al contratar el gobierno radical a una comisión alemana para que se encargarse de impartir en las escuelas  los cambios educativos que se necesitaban. La rebelión impulsada por la iglesia no se hizo esperar. El carácter partidista de los conservadores se extendió y generalizó una guerra de guerrillas en todos los estados comenzando por el Cauca, Antioquia y Tolima, en una confrontación que finalizaría el 25 de junio de 1.877 y que sería tal vez la última antes de "La Batalla de la Humareda" luego que apareciera en la escena política Rafael Núñez que daría al traste con todo lo conseguido en las reformas por los radicales, y que Murillo Toro al final de su vida predijo lo que sucedería tras el entorno de los diferentes gobiernos liberales, al no tener en cuenta el poder eclesiástico y su influencia con los conservadores, y no conciliar con estos, todas las reformas políticas que hicieron, lo mismo que la poca importancia que le dieron al no contar con un ejército central mas fuerte que los Estados Federales que lo componían, así también al implantar dentro de la Constitución que regía a "Los Estados Unidos de Colombia" el derecho de la sublevación de cada Estado cuando vieran menguados sus derechos dentro de la soberanía de estos, y el no conciliar como lo supo hacer Murillo Toro en medio de su actividad política que dirigió  un Estado entre el pragmatismo y el ejercicio del poder, siendo el más célebre de todos los mandatarios de esa época que a pesar de todas esas guerras libradas por la defensa de esos ideales que al comienzo dijimos, y que transformó un país con sus ideales con el ejercicio de su actividad periodística que al fin de cuentas todo lo que hizo como civilista y conciliador que fue con sus mismos contendientes políticos y religiosos, todavía trasciende con las obras que dejó como legado de su pensamiento sobre la administración del Estado Liberal que transformó a las antiguas estructuras de la colonia española; y a pesar de su fracaso ante la nueva era que vendría con la llegada e influencia política de Rafael Núñez salido de las mismas huestes partidistas que fueron partícipes de la expulsión de los jesuitas, y quien casi al final de su vida en 1.880 ya sabía del ocaso de una época que muchos consideraron romántica, a pesar de las guerras ocasionadas y las inestabilidades de los diferentes gobiernos en que estuvieron dentro de este periodo en la historia de Colombia, pues ya Rafael Núñez había aparecido en la escena política,  que daría al traste con una época gracias a su asociación  con los conservadores y la Iglesia Católica que con su influencia en los púlpitos, y la nueva Constitución logró llevar a cabo en 1.886 el proyecto centralista del Estado como forma de gobierno, que sería la que nos regiría por más de 100 años a pesar de las enmiendas liberales de 1.936. Al fin de cuentas, Murillo Toro fue un personaje político que ha trascendido y lo seguirá siendo en la historia de un país por todo lo que hizo a través de su vida.

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