El día sin y carro y moto particulares
A través de todos estos años en que terminó por imponerse en más de 1.700 ciudades del mundo con el fin crear conciencia sobre el cambio climático para disminuir el monóxido de carbono que emiten tras su combustión, e igual y mucho más que sucedió con la revolución industrial en Europa por el efecto contaminante de las fábricas de los paises industrializados con la explotación del carbón que produce el dióxido de carbono, y que como consecuencia ha producido el efecto invernadero, y por consiguiente el calentamiento global que amenaza la vida del hombre como especie, y toda forma de existencia viva sobre la tierra. Y no es que lo paises que lo impulsaron así, lo hayan hecho en su momento por esta causa tan humanitaria, sino por la necesidad que tuvieron cuando los árabes decretaron mediante la Organización de los Paises Exportadores de Petróleo -O.P.E.P. - la regulación y control de la producción petrolera, y la consiguiente subida de los precios, producto de las diferentes nacionalizaciones que hicieron sobre sus reservas petroleras, en donde los grandes monopolios transnacionales explotaban sus recursos, en los que unos cuantos paises eran los que estaban dentro de sus planes de producción, mientras otros quedaban en reserva para después explotarlos, como formas soterradas de dominación sobre los paises dependientes. Fue la medida a que recurrieron los paises del medio oriente y demás subdesarrollados, y que se venía gestando desde mucho antes, luego de la famosa guerra relámpago de los 6 días entre el 5 y 10 de junio de 1.967 en que Israel se enfrentó contra los ejércitos de Egipto, Siria y Jordania y el triunfo relámpago de Moshé Dayan, el ministro de guerra de Israel, sobre estos, que transformaría por completo el tablero geopolítico del medio oriente; y en la que los Estados Unidos, Inglaterra, y paises industrializados de occidente avalando en parte los resultados de dicha guerra, así y todo la ONU hubiera participado para apaciguar dicho conflicto, e intervenir para evitar mayores costos de vidas humanas, y que se prolongaría tras la siguiente confrontación sucesiva de los mismos en octubre de 1.973 en los festejos de Yom Kippur, el día sagrado de los judíos, y del Ramadán del mes también sagrado de los árabes que hace parte del noveno mes de la primera revelación del profeta Mahoma, que los árabes volverían a provocar como si fuese una guerra religiosa, cuando en realidad hacía parte del conflicto árabe-israelí sumergido entre las disputas de las grandes potencias por la expoliación de los recursos petroleros de estos paises, sometidos al cartel monopólico de los Estados Unidos, y demás potencias occidentales. La subida de los precios de los paises exportadores y productores O.P.EP. ocasionaría la escasez de este producto sobre todo en los norteamericanos que ante esta situación debieron someterse a restricciones y encarecimiento del oro negro hasta que llegaron a un acuerdo, y que como es lógico tanto en Inglaterra, y en los paises del norte de Europa, y en los Estados Unidos que se vieron afectados por la escasez y el elevado costo, los afectarían debido a que dentro de su modo de vida y bienestar dentro de lo que se ha llamado en la cultura popular, la sociedad de consumo, en que el uso intensivo del automóvil particular para movilizarse mucho antes del uso extensivo de la moto, como otro medio de movilización en sus vastos poblados y ciudades, era fundamental para el desenvolvimiento social y económico. Algo que les hizo cambiar el imaginario colectivo como civilización, por depender completamente del petróleo como fuente de energía, y en este caso particular también de la regulación de los precios y de la producción de los paises árabes que vieron el momento propicio para independizarse del poder de las transnacionales que durante mucho tiempo los expoliaron con contratos onerosos para sus economías y sus propios desarrollos sociales, sin que sus pueblos y sus gobiernos se beneficiaran. Serían los tiempos en que Nixon y su economía se verían obligados a tomar otras medidas en las que se incluía incentivar el transporte colectivo como medio de locomoción, en perjuicio del interés particular que dentro del ideal del norteamericano promedio hacía parte del sueño americano, qué tanto ha motivado a inmigrantes de millones de personas de otros paises que también buscaban satisfacer sus necesidades apremiantes de la subsistencia económica, por mejores condiciones de vida para ellos y sus familias. Ya se sabía que el mismo hombre estaba destruyendo el medio ambiente, forjado a través de los años con el uso intensivo de dichos recursos no renovables, sin que hubiese un control sobre ello; y que con los años el uso intensivo del carbón y el petróleo como fuentes indispensables para las grandes fábricas de paises que como China, Japón, y demás paises desarrollados, la usaran intensamente hasta la aparición de la revolución tecnológica del transistor y el uso Internet para ejercer un mejor control de los bienes de producción en sus economías, mientras en otras regiones se arrasaba en la selva Negra en Alemania, o la del Amazonas, o del Africa, como nunca antes se había hecho en la historia desde la aparición del hombre sobre la tierra. Su actividad económica y transformadora estaba gestando el cambio climático, algo que los mismos gobernantes de estos paises intentarían cambiar cuando Inglaterra fuera la pionera de esta actitud, respecto del uso intensivo del carro particular. Todavía la gran mayoría de la población no lo entendía, y que entendiéndolo, así como lo saben los grandes latifundistas del Brasil, que están arrasando con la selva del Amazonas, el mayor productor de oxigeno del mundo, en que culturas indígenas y especies animales y silvestres están desapareciendo, además que se prevé, que si la temperatura llegase a aumentar en más de 3 tres grados centígrados el calor de la tierra, los daños serían irreversibles, como actualmente sucede en algunas regiones de Chile, Bolivia, y tantas otras partes del orbe, en donde las sequías aumentan, mientras en otras regiones los estragos de las tormentas siguen creciendo, el calentamiento global generará la desaparición de millones de hectáreas habitables y cultivables en las costas de los mares, en que muchas ciudades costeras desparecerán por los deshielos que se están dando en los casquetes polares, y además porque las grandes fuentes productoras del agua dulce también desparecerán en pocos años, tal y como sucede con nuestros nevados del Parque Nacional Natural los Nevados en la cordillera Central de los Andes, que incluso se cree que las futuras guerras del hombre serán por la consecución del agua dulce, fundamental para nuestra propia existencia, ya que sin ella como especie humana, no sobreviviríamos. Ya vimos, cómo la pandemia del Covid 19, con el enclaustramiento a que hemos sido sometidos como parte de las medidas de restricciones de los diferentes gobiernos de las actividades humanas, y el uso de las vacunas desarrolladas en medio de la epidemia, para proteger la vida humana, que permitieron ver el resurgir con avistamientos de especies animales dentro de las mismas ciudades, ante el espacio vital que le hemos quitado, y que son parte de ese desequilibrio ecológico a que llegamos con nuestras formas de explotación de nuestros propios recursos ambientales, en que animales como los murciélagos, se han visto obligados a vivir en entornos que los afectan, y que incluso se cree que conviviendo con virus parecidos al mismo que ahora nos afecta, en algún momento esta especie u otra mal manejada por el hombre, la hicieron transmisible a los humanos, a pesar de achacase a un experimento sobre estos virus en un laboratorio cercano adonde apareció, o se supo de su existencia en una plaza de mercado acuático chino de especies vivas y mal tratadas higiénicamente. Así y todo, lo que comenzó como una respuesta de las grandes potencias a los efectos del manejo con la subida de los precios del petróleo hechos por los paises petroleros de la O.P.E.P., y a pesar del subsiguiente acuerdo a que llegaron, hizo parte de todo ese daño ecológico que hemos hecho, y que representa simbólicamente el día sin carro y moto contra el calentamiento global. Hay algunas ciudades y algunos gobiernos que abogan porque no sea un día, sino muchos más, por el bien de la humanidad, hasta que el uso de estas energías de fuentes no renovables como el petróleo y el carbón mineral, desaparezcan de su uso indiscriminado, que tanto daño le están haciendo al medio ambiente. A nuestras propias vidas, mejor dicho.