Historias de ciudades maltrechas 2.


No sé, si me crea. Nuestros imaginarios, darían verguenza en otras partes del mundo. Son ridículos porque además de darse esas ínfulas, demuestran que abusan con el poder, y de paso cometen sus delitos. Perdón, simples contravenciones, o mejor los de incomodar a una persona, pero que de manera sutil, le informan, u o utilizan las palabras para hostigar, como dirían algunos en términos populares, amenazar. Hace años cuando comencé a publicar lo que a diario me sucedía, tanto así que cuando se comenzó el uso del internet en Bogotá, para el autor fue todo un dolor de cabeza, pues se entrometían en lo que escribía, y como no  era delito, el cual mas abusaba en esos cafés que yo llamo de malas muertes, pero el que entiende lo que digo, quiere decir que no tenia derecho a escribir.  Ya sabemos que eso es delito interferir en la privacidad de una persona en el uso de su red privada, a no ser que sea mediante una orden judicial. Lo demás es abuso de poder porque se supone que este es un país libre, y uno puede escribir lo que sea sin ofender a nadie en particular. La mayoría de las publicaciones que he hecho en 10 o más años, han sido en las calles y en los cafés internes. Muchas veces borraron lo que escribía, o como en algunos cursos virtuales del SENA, o usaban el nombre de alguna persona en particular para que me  recordara a algún personaje, o como sucedió aquí, en que los tutores parecían ser familiares, o personas conocidas y cercanas, o de los que en alguna ocasión me han amenazado, (un poco loco diría cualquiera) y una sutil estratagema para dañar dichos cursos, pues en cierta medida desde que comencé a ser hostigado por las calles desde hace más de 30 0 40 años, era como si con ello mi hacker particular me lo estuviera recordando. Todavía recuerdo en un curso de los primeros que hice en la plataforma del SENA recién aparecida en la web, siempre un tutor era el mismo, y además en el sector que vivía, Olaya, Quiroga Restrepo, Centenario, y barrios aledaños, no tenía derecho a acceder, pues el administrador o me bloqueaba, o me enviaba mensajes amenazantes, y a veces en son de broma, ya que hasta ahora estaba aprendiendo a manejar todo lo relacionado con la Web, que muchas veces desde los mismos negocios, me enviaron fotos pornográficas cuando quería enviar algún archivo al tutor. Creo que fue en Word, y tal vez en el primer curso, lo abandoné porque me bloquearon completamente el archivo de las clases. Con el tiempo, y a la vuelta de unos meses cuando revisé la plataforma que hoy la llaman Sofía a ver si podía por fin acceder a algún curso, me enteré que lo había aprobado. Y por lo general de ahí en adelante, al revisar, los tutores no eran los mismos, sino otros. Las cosas de la web, o de los hackers particulares, No sé.  Hace poco traté de hacer un curso de Inglés, pero me di cuenta que estaba muy avanzado, como si tuviera un familiar o alguien muy cercano que ha hostigado por la web y eso que tengo algunos conocimientos de este idioma. Nadie creía, hace poco que Google me fuera a pagar 100 descoloridos dólares, que en cuantas me vi, con otro personaje que dio en postearme en el Jordán y en otros sitios del centro de la ciudad, hasta que una vez me lo encontré con un familiar suyo, saliendo del hospital de la policía. Y yo no le veo nada, pues  es buena persona, y presta su servicio como docente, pero como por esos días algunos estaban intrigados sobre lo que hacia, o de donde sacaba dinero y me tomaba unas cervezas o disfrutaba comiendo cualquier galguería, o un tamal, y a  sabiendas que amplié la  red de clientes que hice por esos años, y que  eran producto del trabajo, no creían que Google me iba a pagar. De ahí en adelante fue el acabose porque dieron en colocar publicidades posiblemente falsas, o porque si no me sacaban un blog de pago en adsence de Google, de los que tengo, entonces utilizaban otras técnicas en que cambiaban las palabras o el sentido, que como en el caso del blog que por estos días he estado manejando, cuando volví a revisar, unos, lo habían alterado y los links los redirigían al mismo mío. Alguien trabajaba, mientras yo no estaba en la página. Así me paso, recién comencé a abrir correos para los cursos que he estado haciendo, y los blogs que he venido publicando, hasta que apareció Gmail. Y estoy seguro que casi a nadie la pasa lo que estoy contando. Tendría que tener plata, pero todo esto ha sido, como si tuviera un enemigo oculto, o que yo figurara en algún archivo secreto. Este país es raro, sabe.  Mientras que gane en 4 años algo con lo que escribía, ahora en 6 no he ganado nada y con publicidad a veces falsa que me colocan, y además me tuvieron un año bloqueado adsence en la parte en que uno decide los temas que quería de publicidad, y solo hasta que hace pocos años me propuse a aprender el HTML y otros programas con el fin de entender parte de los bloqueos que me hacen por la web. Imagínese que el blog que mas visitas tiene 179.000 , recién llegado a vivir a otro sector, y después de más de 10 años de publicar por Internet no apareció en Google ni en el PC ni en el celular como por arte de magia. Así de sencillo, y de la noche a la mañana, y pareciera que son otros los que interfieren, y con frecuencia bloquean, o la red se cae justo cuando quiero publicar algo, como si fuera uno, un enemigo publico.  Solo hasta el año pasado pude registrar mis libros en la Oficina de Derechos de Autor porque por lo alto, o algún programador pirata me bloqueaba y bloqueó durante años cuando iba a entrar a la plataforma para hacerlo, y solo porque en la pandemia logré que un funcionario de dicha oficina me desbloqueara.  No descarto que alguien ha pagado por lo que he pasado, pues a Ud. no le pueden salir personajes a provocar, o... ni decirlo. Y el bloqueo era muy sencillo, pero mortal, digo yo. Colocaban una letra a propósito en vez de otra, o como cuando escribo algo en un blog y mi pirata está cambiando lo que escribo, o me bloquea para que no suba las imágenes, y para que así mis libros estuvieran en las manos para que otros los plagiaran. Como no son importantes. Y no sin antes, tuve que hacer que el funcionario mediante un programa que hay, de manera virtual revisara el PC como si en realidad yo tuviera algo ilegal, aparentando, que era el computador que me bloqueaba. El hacker lo hacia en línea, y a veces lograba entrar, pero al ir a cargar los PDFs. enviaba un mensaje, y yo ya sabia que estaba siendo hackeado.  Seguro que a Ud. no le ha pasado esto. Durante varios años no hubo poder humano que yo pudiera acceder a la plataforma para registrar mis libros. E incluso fui hasta la oficina de Bogotá tres veces Y sin embargo, debió  de trastear con todos mis archivos. Fuera de que me enloquecieron y me han pasado cosas en mi vida personal,  estos funcionarios estatales abusan de su poder sin tener el derecho de hacerlo, o a no ser que permitan que otros lo hagan, pues están vulnerando los derechos que uno tiene como persona, y además el de la propiedad intelectual, que es reconocido en cualquier parte del mundo. Hoy varios libros de ellos, los tienen plataformas europeas, y supuestamente los regalan sin el consentimiento mío, y seguramente algo cobran con tarjetas de crédito. Y yo solo trabajo para que me vean. Perdón hasta vago me han gritado por las calles. Decía que cuando  estábamos comenzando con lo virtual, si Ud. quería, o podía  bloquear al que quisiera, en esos cafés Internet de malas pulgas lo podían hacer sin cometer ningún delito. Ahora no, pero como estamos en el país del Sagrado Corazón cuantas veces se le de la gana a estos hackers, lo hacen de frente. Y qué. Diga algo y verá. Contra el autor, las amenazas están a la vista, y  hay muchos que no les gusta que cuente estas historias, pues tienen sus majaderos dispuestos a...  Al día de hoy, y a pesar que el blog al que le he dedicado mucho trabajo, plata y tiempo, continuamente es bloqueado cada que voy a escribir o publicar. El sábado pasado, hasta tuve que cambiar el link de un artículo, y después de más de una hora, logré acceder a mi blog. O sea que no tengo derecho ni a montar un negocio, es más, eso en derecho civil tiene sanciones pecuniarias porque han mermado mis posibles ganancias, y han obstruido los libros y hasta los escritos más baladíes. ¿Y eso a quien le interesa? Tendría que ser uno, una persona importante. ¿Pero a un bobo? Eso me parece, como muy personal. Y lo bueno es que comenzó aquí entre chanzas y bromas por la década de los setenta del siglo pasado con unos amigos que con el tiempo...ni pa'que decirlo. Vea, ahora como estamos. ¿En qué pais vivimos?