Crónicas de calles 2.

Sí, por alguna razón a uno le pasa este tipo de cosas, y no me vayan a decir que es porque se las busca. Desde hace años me he visto envuelto en una serie de acciones en mi contra, sin pretender nada y por cuenta de unas publicaciones que comencé a hacer por internet, pero últimamente se han convertido en personales, como si debiera algo a alguien. No sé a quién, o a quiénes. 

Este es un país donde quien cuenta una verdad, le salen muchos, en la creencia que es por ellos. Y aunque todas estas historias que he venido contando ni siquiera se nombra a una persona en particular, parece que provocara ira en algunos, y cuando no risas a otros. Ud. llega a un vecindario y enseguida le salen entrometidos como si les doliera que esté conviviendo justo allí, y sin embargo uno no hace parte de nada ni de sus cuentos ni de sus historias, ni de sus chismes, pero como escribe y publica cosas, ya se la toman convencidos que llegó a entrometerse. Y no. Todo parece indicar que es un sainete basado en otras historias que supuestamente las hacen suyas, y comienzan con sus bufonadas a provocar e inducir, mientras el desprestigio de unos, lo hacen a propósito como si por lo alto existiera unos componedores de lo bueno y lo malo que pueda ser uno, en el que vituperan por debajo de cuerda y el cual más está buscando una caída; y como se está en esas condiciones, surge un atraco a propósito como si hubiera sido enviado por alguien que lo tiene en la mira, o porque se llegó a un momento de desquite de unos facinerosos de calles, y apuestan por conseguirse lo suyo, y lo enredan de tal manera que no puede salirse de esta situación, porque mientras unos lo amenazan otros comienzan a cobrarle lo robado, y con justa razón; pero que se ve el propósito malsano de aquellos que lo saben, y ya queda el cuento de que no paga lo que debe con el fin de desprestigiar más de lo que era antes, mientras los acuciosos se ufanan de lo que le ha pasado, y les duele que esté contando estas historias, y a sabiendas que viene con esas leyendas viejas que ha publicado por Internet, tanto que en Bogotá le hicieron la vida imposible en donde vivió hasta provocar el temor y tener que abandonar la casa porque no se tenía derecho a vivir, después de vivir mas de 30 años allí, y por cuenta de otras circunstancias que ni en un libro lo terminaría de contar, que hasta gentes cercanas entraron a rasgarse las vestiduras por verlo en las calles, y así obligado llega a una ciudad que en apariencia es apacible, pero que ya hay otros que conocen la historia, en donde hay conocidos suyos que lo juzgaron en su momento como un cretino y deslenguado, o un rufián, y lo peor que todo humano pueda llegar a ser, pretendiendo convertirlo en un ido de sí mismo por no decir otra cosa, que escribe y publica cosas, ya pretenden meterlo en política, y más de uno de esos personajes de calles se lo toman en serio, y lo provocan, hasta que como le han buscado la caída, la caída es perfecta para estos acuciosos que provocaron de diferentes maneras, con llamadas por el celular cuando llegaba, o preguntando por cosas del día a día, queriendo mantenerlo aturdido con el cuento del robo cometido, o preguntando por las deudas, que amigos fantoches acudiendo a esa encerrona a la que estaban acostumbrados, llamaban muy disimulados por cosas que había contado en sus blogs, mientras en las calles, gentes y algunos vecinos de lenguas acuciosas se creyeron el cuento de amedrentar porque sí, gritándole cosas soeces por las calles, o amenazando como si hubieran despertado a todas las jaurías que existen en este mundo, que cualquier persona termina por desestabilizarse; y hasta una buseta en las últimas actuaciones se la botan con el fin de... Y claro que éso solo lo sabe él que lo hizo, pero siguiendo con esa historia de habladurías que aunque el que cuenta esta historia no lo sabe, sí entiende porque en los rostros se les nota la rabia y la molestia por el solo hecho de verlo, y a sabiendas que vive un melodrama familiar como para enloquecer a cualquiera. Y es como si algunos se hubieran ganado o se fueran a ganar una lotería, y cualquiera puede pensar de que algo anda mal en este país. Una herencia oculta, algún billetico encubierto, un policía inescrupuloso que pretende ganarse algo con todo esto, y lo que es peor:

- Ya Ud. no puede andar tranquilo por esas calles.

Existe una manguala que no sabe de dónde salió ni porqué lo hacen. Utilizan hasta a los viciosos, y por donde se anda, tal y como lo sucedido aquel día que digo, parece que hay otros que están pendientes, y de esa manera ejercitan sus complots sibilinos. Ya no son de amenazas. Son de hechos cumplidos. Y así aprovechan la noche y las calles solitarias.

 

Compre nuestros libros dando clic en cada uno. Prioritario: Historia Básica del Tolima


.