Las ciudades que queremos podrían ser muchas y aunque en este caso nos referimos a Ibagué por ser una de las que más hemos pernoctado en medio de nuestras sobre vivencias con los aciertos y desaciertos que sin embargo dejan sus huellas por las aventuras que hemos tenido, así a pesar de todo otros se mofen de lo malo que hayamos soportado, y que sin embargo hacen parte de lo negativo que a una persona le pueda pasar en la vida, y que no quisiéramos que a otros le sucedieran. Queremos ver a una ciudad alegre y festiva, en la que sus gobernantes brinden las oportunidades que no tuvimos, que los pordioseros no deambulen por las calles sin ton ni son, sino que se sientan favorecidos por la actual administración en la que pasen sus días produciendo o consigan el empleo que nunca tuvieron; y a los que no, la vida los sorprenda con el cariño que alguna institución particular o del gobierno para salir del estado en que se encuentran, que los ladrones no anden buscando la oportunidad que otros les dan, si no que perciban que sus malos actos nos arruinan a todos por ser la capital de la Música que nos enaltece por el folclor que celebramos en junio, por los tamales y las achiras y demás viandas que nos enaltecen, por las festividades que realizamos con la querencia de otros que llegan a conocer una ciudad que florece al lado de un nevado que atrae a muchos turistas, y que se ha vuelto un punto de encuentro en los días festivos y demás para convivir con la naturaleza, que lo delincuentes que merodeen dejen de hacerlo para el bien de todos, y que esos esfuerzos que hacen por hacer el mal a otros, los dediquen en otros más productivos que vayan en bien de la comunidad y de sus mismas familias, para que así hagan una ciudad más próspera. Que no sigamos viendo a los políticos haciendo su agosto con los nuevos cargos a que llegaron, y que sus obras redunden en la ciudad que los vio crecer, o vivir como empleados prósperos que faciliten sus actividades en provecho de los ciudadanos, que a las autoridades se les vea su oficio por el buen servicio que han prestado, que los chanchullos y todo ese tipo de malas conductas que hacen los que ejercen alguna autoridad, se dejen de hacer para enaltecer a una ciudad, a un departamento y a un país que se merece lo mejor que le podamos brindar para hacer una mejor patria, que atraiga a más gentes que vengan a ayudarnos a hacer lo mejor de lo que podemos hacer. Que ahora con el cambio climático protejamos las especies vegetales y animales con que la naturaleza nos ha favorecido, y que las ciudades dejen de ser esas malas atmósferas que separan y deslindan a las gentes del campo, y lograr la convivencia con todo lo que consideramos mejor para las futuras generaciones por venir. En fin, es un deseo de ver esos sueños realizados, así algunos no se cumplan.
