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Antes de la llegada de los españoles, las comunidades indígenas celebraban sus rituales que se confundían con el animismo, politeísmo, el uso de plantas para introducir estados alterados de conciencia o espirituales, rituales o bailes especiales, que eran utilizados por las culturas precolombinas; y si bien hay que destacar que las fetividades o fiestas de San Juan, son una rica historia que se entrelaza entre lo religioso y lo pagano, son una expresión cultural que celebra el nacimiento de San Juan Bautista el 24 de junio. La noche de San Juan es una fiesta muy popular en Europa y América Latina, donde es habitual celebrarlo bailando, comiendo y lanzando fuegos artificiales. Además de pasarlo bien, el objetivo es ahuyentar los malos espíritus y atraer la buena suerte saltando entre hogueras o quemando muñecos, y papeles, o incluso saltando las olas en la orilla del mar justo cuando se alcanza la medianoche del 23 al 24 de junio. Estas festividades tienen sus raíces en antiguos rituales paganos que conmemoraban el solsticio de verano, marcando el inicio del verano y la época de mayor luminosidad del año. Con la llegada del cristianismo, estas celebraciones se adaptaron para honrar a San Juan Bautista, conocido por anunciar el nacimiento del Mesías y considerado su precursor por haber nacido 6 meses antes conmemorando la fecha en que Zacarías -su padre- mando a hacer una hoguera para anunciar el nacimiento de su hijo. Tradicionalmente, la noche del 23 de junio se encienden hogueras, un acto simbólico de purificación y protección, que se cree ahuyenta a los malos espíritus y atrae la fertilidad de la Tierra. En muchos lugares, esta noche es acompañada de festividades que incluyen música, bailes y rituales de fuego, reflejando la fusión de creencias y tradiciones que han evolucionado a lo largo de los siglos.
Las festividades
de San Juan están llenas de tradiciones únicas que varían según la región. Una
de las más conocidas es la quema de hogueras, que simboliza la purificación y
la protección contra los espíritus malignos. Saltar sobre estas hogueras es
otra costumbre popular, pues se cree que trae buena suerte y salud para elpróximo año. Los baños de mar o ríos durante la noche también son rituales
comunes, con la idea de que el agua tiene propiedades curativas y renovadoras
en esta fecha especial. En algunas comunidades, se construyen altares en honor
a San Juan Bautista y se realizan procesiones y misas para celebrar su
nacimiento. Además, no pueden faltar las verbenas, donde la música, el baile y la comida típica se unen para crear una
atmósfera de alegría y comunidad. Estas tradiciones reflejan la mezcla de
creencias y prácticas que han evolucionado a lo largo de los siglos,
manteniendo viva la esencia de esta celebración tan arraigada en la cultura de
muchos países.
La comida típica
de las fiestas de San Juan es un reflejo de la diversidad cultural y las
tradiciones de cada región donde se celebra. En España, por ejemplo, es común
disfrutar de la "Coca de Sant Joan", un pan dulce adornado con frutas
confitadas y a veces relleno de crema pastelera. En las costas, las
"sardiñadas" son una tradición, donde las sardinas se asan en
parrillas al aire libre. En Puerto Rico, platos como el "mofongo",
"arroz con gandules" y "lechón asado" son típicos de estas
festividades. En la Amazonía, se prepara un plato especial a base de arroz,
pollo, plátano, cecina y ají de cocona, que lleva el nombre del santo patrono.
Cada uno de estos platillos no solo ofrece sabores únicos, sino que también
forma parte de los rituales y celebraciones que hacen de las fiestas de San
Juan una experiencia rica y variada.
Durante las
fiestas de San Juan, las bebidas tradicionales varían según la región y
reflejan la rica diversidad cultural de cada lugar. En Galicia, España, es
típico disfrutar de la "Queimada", un licor preparado con
aguardiente, azúcar, frutas y granos de café, que se flambea en un ritual que
incluye la recitación de un conjuro para alejar los malos espíritus. En
Menorca, se bebe el "Gin amb Limonada" en Ciudadela y la
"Pomada", una mezcla de ginebra con limonada, en el resto de los
pueblos. Otra bebida que se destaca es "La Paloma", compuesta por
anís seco y agua, consumida tanto el 23 como el 24 de junio. Estas bebidas no
solo son un deleite para el paladar, sino que también forman parte integral de
las celebraciones, acompañando las tradiciones y añadiendo un sentido de
comunidad y festividad a las noches de San Juan.
El conjuro de la Queimada es un elemento esencial del ritual gallego que acompaña la preparación de esta bebida tradicional. Se trata de un texto recitado en voz alta mientras la queimada arde, invocando la protección contra los malos espíritus y las meigas, brujas de la mitología gallega. Aunque hay varias versiones, el conjuro comienza típicamente con la mención de criaturas míticas como "mouchos, coruxas, sapos e bruxas" (búhos, lechuzas, sapos y brujas), y continúa con una serie de invocaciones que buscan alejar los malos espíritus y atraer la buena suerte. Este acto se realiza a menudo en reuniones sociales o eventos familiares, especialmente durante la noche de San Juan, y se considera un momento de unión y festividad entre los participantes.
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