Los Cundayes fueron los aborígenes que los españoles encontraron cuando descubrieron estas tierras, quienes estaban subyugados por ser su región la frontera que los separaba de la confederación de los Pijaos y los Chibchas en el valle del río Cunday, y serían tal vez los primeros en el interior de la Nueva Granada sometidos a las leyes de indios por una cultura que mediante la imposición de la fe católica, los encomenderos mediante los Jesuitas ejercerían el poder que más tarde criollos y españoles desde sus cargos coloniales serían los más interesados en la posesión de sus tierras, y la creación de este municipio que ha cambiado su origen administrativo y político una y otra vez en medio de los vaivenes de los diferentes conflictos políticos y sociales que hemos tenido, siendo parte unas veces de Mariquita, y luego de Cundinamarca, más tarde de Bogotá, y de nuevo otra vez a Cundinamarca. Luego sería parte del Tolima Grande con el advenimiento al poder de Tomás Cipriano de Mosquera, y más tarde pertenecería al departamento de Quesada tras un intento fallido por crear una entidad geográfica del gobierno de Rafael Reyes desde el 29 de abril de 1.905 hasta el 5 de agosto de 1.908 en homenaje a Don Gonzalo Jiménez de Quesada que la descubrió, para pasar luego a pertenecer al departamento de Girardot hasta terminar nuevamente jurídicamente en el departamento del Tolima, en esos vaivenes sociales que por su cercanía a Pandi eclesiásticamente siempre dependió de esta, y además a Fusagasugá, y por ende a Santafe de Bogotá; regresaría una y otra vez de forma administrativa al Departamento del Tolima, hechos que en la vida jurídica de este municipio ha trascendido con su historia desde su fundación como fiel reflejo de nuestra nacionalidad a través de la historia, pues ante la injerencia de los Pijaos y los Chibchas por el control de estas tribus que siendo de origen Pijao terminaron finalmente subyugados por los colonizadores españoles en los que creyeron que les darían un respiro de libertad que nunca tuvieron de unos y de otros, porque no se asemejaban a las costumbres de ambas culturas, si no que tras perder su territorio luego de estar bajo la égida de las leyes españolas de la encomienda, terminarían abolidos como nación, y los que la fundaron más tarde ni siquiera vivieron en esta región, aunque se considerasen los verdaderos fundadores de este municipio, dado que hacían parte de ese apoderamiento leguleyo de tráficos de influencias de nuestros conquistadores, y luego de los criollos o hijos de los españoles nacidos en esta tierras, quienes serían los que terminaron por apropiarse de las tierras y sus recursos naturales mediante triquiñuelas, en donde las indígenas perdieron sus posesiones, su territorio, y su cultura, y que tan solo quedaría su nombre inmerso en recuerdo suyo, quienes a marchas forzadas para su sobre vivencia se confundirían tal vez con otras tribus que se vieron obligadas a refugiarse en las partes altas de las montañas. o como lo dice un historiador -Angel Eulises Ortiz Herrera- también la baja natalidad de estas tribus contribuyó a su desaparición, porque las indígenas que no querían tener hijos esclavizados de por vida, preferían con sus brebajes abortar o quedar estériles y sin descendencia, fuera que este paraje por su cercanía a la Bogotá de entonces, no solo sirvió de escondite a los que sobrevivieron de la reconquista española, y que antes a su vez fue el territorio fue participe de las excursiones del Sabio Francisco José de Caldas para saber de la fauna y recursos naturales que gozaba, y que con la declaración de la independencia de los Estados Unidos de Norteamérica y la traducción de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de la revolución francesa por Don Antonio Nariño que también anduvo por esta región, sirvió no solo de refugio y paso de los expedicionarios en sus intentos por la independencia, y que se convirtió en la región que atraería a los aristócratas cercanos del andamiaje legal de la antigua Colonia, así hubiéramos sido liberados por nuestros libertadores del yugo español.
Don Luis Caycedo que con el paso del tiempo su ortografía cambiaría por el de Caicedo, fue uno de los que por sus relaciones con el Estado se hizo con la mayoría de los predios que hoy constituyen el municipio de Cunday, no en vano su padre Don Fernando José Caycedo había comprado para sí, el cargo de Alférez Real de Ibagué en 1.743 que lo facultaba como arrendador del estanco de aguardiente de Purificación e Ibagué. Por estas razones se vinculó a este negocio como contratista, proveyendo suministros e insumos en Ibagué, adonde incluía por su jurisdicción a San Luis, Valle del San Juan y Chaparral. Esta relación de padre a hijo le permitieron a través de sus influencias mediante argucias jurídicas hacerse a tierras e innumerables fincas, no sin antes haber sido condenado por sus actividades revolucionarias al ser uno de los once firmantes del Cabildo de Santafé de Bogotá del Memorial de Agravios de La Nueva Granada que derribaría del cargo al virrey Amar y Borbón, y luego ser absuelto y dejado en libertad vigilada; hecho que lo hizo abandonar de su Alferazgo Real marginándose de todas sus actividades políticas y administrativas de la Audiencia y el Virrey, mientras su hijo -Domingo Caicedo- que sería presidente más tarde, para lograr salvarse de la pena de muerte en la reconquista del Pacificador Pablo Morillo compraría la salvación de su vida gracias a las influencia de uno de sus familiares en la cúpula del régimen español.
El libro de "Crónicas Polícíacas" remplaza al anterior de "Crónicas Gendarmes" porque contiene otros relatos que antes no estaban y es único en el mercado.
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