Nuestro país está signado por los que descubrieron estas tierras en las que Cristobal Colón pensó que eran las de "Las Indias Orientales" sin saber que se había encontrado con un continente que cultural y económicamente se estaba gestando muy tardíamente en el desarrollo social de los medios de producción en comparación con la Europa de donde provenían. Y precisamente los que estaban al sur del Tolima y Huila y parte de lo que hoy es Colombia, fueron los que nunca lograron vencer las huestes colonizadoras de los españoles. Más bien, prefirieron sucumbir con su muerte ante el yugo de los conquistadores que con la pólvora, la religión y su vasta experiencia en las guerras europeas y de coloniaje en su territorio, a través del tiempo lo único que lograron fue dominarles mediante "Las leyes de Indias" en donde "El Resguardo" y "La Mita" legalizaron otra forma muy soterrada de explotación para encubrir todo el daño que hicieron a los aborígenes y los esclavos traídos del Africa para remplazarlos en las labores de la minería.
Y en medio de todo ese andamiaje colonizador surgió el pueblo que hoy somos como colombianos entre la mezcla del indígena con el español, o también los oriundos del Africa que hoy hacen parte de nuestra idiosincrasia nacional y donde también se presenta el mestizaje.
Chaparral es una de estas poblaciones del Tolima que honran por un lado a la cultura que se impuso mediante el poder de las armas y la religión, y a otra que se amalgamó y que ha subsistido mediante otras manifestaciones sociales donde los indígenas Pijaos fueron la nación que los españoles nunca lograron vencer. Es más, todavía se oye desde sus ancestros las luchas libradas por la defensa de sus tierras y posesiones de antaño de las que sirvieron de banderas a "Quintín Lame" y sus seguidores por la defensa de lo que ellos consideraron como la verdadera liberación de una nación que no lo logró con Bolívar ni con José Hilario López -el que abolió el sistema esclavista- su verdadera libertad.
Los aborígenes de Chaparral como de otras partes del sur del Tolima fueron considerados herederos de los grupos Caribes sin serlo, ya que solo se parecían en su forma vivir con una cultura muy arraigada en la defensa de lo suyo. No haber tenido una verdadera organización social confederada en el momento de la llegada de los españoles, y el poder que lograron éstos a sangre y fuego, más la aparición del caballo y el perro y otros utensilios que desconocían, y la coincidencia cultural de tener por lo menos en lo que fue la conquista de la sabana de Santa Fé de Bogotá que en su creencia tenía a un dios denominado "Bochica" que se parecía al representado por los colonizadores, lograron que en pocos años el destino de la América en esta parte del mundo, fuera el que hoy es.
Chaparral es el municipio que más extensión territorial tiene respecto de los otros de nuestro departamento, y también uno de los más emblemáticos por lo que ha representado en Colombia. Chaparros como le decían a los matorrales por las características de sus plantas de arbustos leñosos y de poca altura parecidas a las que los europeos conocían en su continente, la asemejaron a sus tierras, que es muy probable que el origen de su denominación se deba a ésto, por el solo hecho que nuestras costumbres y nuestro idioma son la extensión de la cultura que se enriquece entre vencedores y vencidos en ese mestizaje de la que fuimos parte. No así sucedió con el norte de América donde los colonizadores solo dejaron un pequeño reducto de sus aborígenes y la secuela de lo que fue la guerra civil entre norte y sur que hasta hace muy pocos años casi que ha logrado superar la segregación racial gracias a las sociedades que nuestro mundo ha forjado en las últimas generaciones.
La primera fundación de Chaparral se considera que fue el el 6 de enero de 1.586 por Diego de Bocanegra. Fray Pedro Simón uno de los cronistas de los conquistadores, así nos lo cuenta. Ya antes, Talaverano lo había intentado, al reunir 60 hombres entre los que se contaban algunos indígenas que después de haber vendido todos sus bienes, buscó desde el fuerte de San Bonifacio -Ibagué- y tras haber ido a pedir licencia a "La Real Audiencia de Santa Fé de Bogotá" para ir a conquistar las tierras del cacique Chequera. Los desmanes de sus subalternos dirigidos por Roa en el que violaron indígenas e hicieron de las suyas mientras regresaba, les generaron el ambiente propicio para que fracasaran en su intento por conquistar la región que los separaba del Cauca al sur del país, y que Bocanegra logró con la creación del fuerte de Medina de las Torres que con el tiempo logró el atractivo para que alrededor surgiera este pueblo emprendedor.
Dentro de esa oscura historia de su formación, el 3 de junio de 1.773 Fray Agustín Camacho -Arzobispo de Santa Fé de Bogotá- decreta que sea erigida la parroquia de San Juan Bautista de Chaparral en jurisdicción de la Villa de Purificación, que quedó destruida por un terremoto en en 1.827. Ya para 1.837 aparece como cabecera de Castrolarma, basado en que Francisco Javier de Castro cedió sus terrenos para que se construyera un nuevo poblado, que en 1.861 fue elevado a la categoría de municipio, segregado Coyaima.
Personajes históricos como los de José María Melo que murió luchando al lado de Benito Juárez en México, o el de Manuel Murillo Toro que en medio de todo ese conflicto social que generaron las ideas del libre cambio capitalista en la que proteccionistas y librecambistas lucharon por imponer sus ideas, hasta que el triunfo de las ideas de "La Regeneración" de Rafael Nuñez que los avasalló en "La Humareda", hicieron que todavía sus nombres e ideas resuenen en estos tiempos cuando se habla de un mundo globalizado y de una libertad de comerció mediante los tratados que como el T.L.C. no hacen más que parecerse a lo que en su entorno vivieron estos dos forjadores de nuestra idiosincrasia.
Sin menoscabar la de un Darío Echandía que comprendió que a pesar de haber coadyuvado a pacificar el país después del magnicidio de Jorge Eliécer Gaitán a manos de Roa Sierra, las ideas y sus disputas entre los partidos políticos, en vez de lograr la anhelada pacificación había sucumbido ante la imposición de otro pacto que no logró la paz que en su tiempo buscaron.
"El poder para qué" todavía resuena entre los que conocieron su manera de ser y de pensar, sin hablar de otros personajes ilustres nacidos en Chaparral que han dado fama a nuestra nacionalidad.
Sus gentes hospitalarias por su manera de ser, más el atractivo turístico de "Las Cuevas de Copete y Tuluní" y el encanto natural del Páramo de Las Hermosas y sus paisajes que han encantado a más de un turista, ha hecho de Chaparral todo un legado de costumbres de toda índole a favor de uno de los pueblos de los Pijaos.
