El San Juan que se nos va

Las festividades del San Juan lo mismo que otras adonde las celebraciones como el Corpus Christi en los comienzos de junio junto con las de San Pedro también se fueron gracias a la actual pandemia del Covid 19. Y claro que esto no obsta para que se acaben de nuestras tradiciones culturales del mundo cristiano. Ya no tendremos San Juan ni siquiera los festejos de otras celebraciones que se dan por esta época en el Tolima, Huila y demás de Colombia. Y es que esta fiesta no es solamente nuestra, baste decir que son tradiciones de pueblos que a través de los siglos han sobrevivido bajo culturas comunes a tradiciones consideradas paganas  por los cristianos que venían desde que el hombre con la división del trabajo en que pasó de ser nómada a sedentario con la recolección de los frutos, invocaba ante sus dioses mediante ofrendas donde el fuego era el principal actor para que las cosechas prosperaran idolatrando al sol en el comienzo del verano en el hemisferio norte, teniendo en cuenta que entre los días del 21 a 24 de junio de cada año y sin ser una fecha exacta y delimitada se presenta uno de los días mas largos del solsticio de verano cuando  empieza el proceso ineludible del florecimiento de los frutos y semillas, donde los días se van volviendo mas cortos hasta que las noches sean más largas en el invierno. Uno festejos atribuidos en su comienzo a los creyentes en Zoroastro (el sol) que se adoraba en esos tiempos en que las creencias religiosas con sus distintas divinidades de la India o China florecieron con este culto  provenientes de un profeta llamado Zaratustra o Zoroastro, nacido en Irán, y que vivió entre 1.000 o 1.500 antes de Cristo, celebraciones que se hacían para que los días se prolongaran, y los creyentes  sobreviviesen en medio de su fe que no era más que esa lenta transformación de nuestros imaginarios que fueron cambiando por la creencia en un solo Dios único,  como lo son las que profesan las tres grandes religiones monoteístas del Islam, el Judaísmo, y el Cristianismo. Un proceso de siglos o de milenios donde las enseñanzas de este profeta tales como lo son los conceptos de cielo y tierra, el día del juicio final, los ángeles y demonios, o Satanás, que son comunes a las religiones monoteístas, y que divergen en algunos aspectos como la creencia de las tres divinidades y un solo Dios verdadero en los cristianos de los islamistas, o la de los judíos, que en ese largo camino donde se impuso la religión católica a través del comercio de la seda, o de las cruzadas cristianas donde se terminó por venerar a San Juan "El Bautista" en la fecha de su nacimiento, el mismo que bautizó en las aguas del río Jordán a Jesús entre los hombres,  fecha que la iglesia católica tomó como consenso para estas festividades que se dan en esta época del año a seis meses exactos del nacimiento de Jesús, y quienes saliendo de ese mundo enclaustrado de la edad media también se dieron el lujo de numerosas celebraciones y festividades para entretener a sus devotos que los convirtieron en jolgorios populares, teniendo en cuenta que en ese mes lo que refleja la naturaleza para estos es el tiempo del amor con la celebración de matrimonios por la fecundidad de la tierra, y de la magia de los cambios que se daban para ellos en sus vidas en esas costumbres arraigadas durante siglos, en las que algunos historiadores afirman que son provenientes de los Celtas cuando llegaron a la hispania de esa época, a la islas británicas, o las costas mediterráneas provenientes del centro de Europa y cercanas a los Alpes luego de trasegar desde la mesopotamia y del medio oriente en la era del hierro. Costumbres que los cristianos asimilaron basados en el nacimiento de este patriarca que a pesar de ser tradiciones paganas las asimilaron los cristianos de esos tiempos, las mismas que los conquistadores trajeron a estas tierras, tradiciones de la cultura occidental que también fueron mezcladas por nuestros ancestros con la catequización de los indígenas y de los esclavos que fueron traídos obligados de África donde los señores de la tierra y herederos de las posesiones conseguidas, hicieron que esa cultura se mezclara con la de nuestros aborígenes en una una sociedad ávida como todas de esos disfrutes que nos da la vida, y las fueron convirtiendo en fiestas patronales qué solo hasta ahora entendemos que como todo en la vida se van transformando de acuerdo al desarrollo tecnológico y científico de las sociedades.  Y claro que algunas presentaciones folclóricas se darán seguramente de forma virtual aunque en nuestro caso desde hace algunos años se veía que los gobernantes estaban ansiosos por eliminar estas fiestas de tanta tradición en el Tolima por los elevados costos que generan  estos festivales y cuando las tradiciones como decíamos van cambiando de generación en generación, y que la actual pandemia ha logrado lo que antes otros no pudieron. 

Una festividad que siendo parte de una tradición que viene desde la colonia y que se ha ido como decíamos, transformado, qué según algunos historiadores quedó establecido en sus comienzos como festejos populares en la década de 1.880 en el Espinal, y que luego en 1.959 hizo parte junto con la celebración de San Pedro  de lo que hoy conocemos como las celebraciones de las fiestas del folclor, gracias al impulso que en su momento hizo realidad su fundador y uno de sus promotores indiscutibles de estas actividades folclóricas y culturales de la idiosincrasia tolimense, don Adriano Tribín Piedrahita, que obedeciendo el mandato emanado del concejo municipal mediante el acuerdo #25 del concejo municipal del 20 de enero de 1.959 para que organizase la celebración de la semana folclórica del San Juan y de San Pedro promovido por el concejal Enrique Silva   Cabrera, su verdadero artífice, labor encomendada  que tuvo opositores para hacer estas festividades en Ibagué dadas las condiciones de violencia que subsistían a pesar de la llegada al poder del acuerdo de paz celebrado entre liberales y conservadores con "El Frente Nacional" temerosos del regreso y recrudecimiento de la violencia que afectaran el orden público, donde dirigentes como como Darío Echandía y el mismo gobernador Lord Parga Cortés fueran partidarios de la celebración acordada por el concejo municipal, para que el gobierno de Alberto Lleras Camargo diera vía libre a la propuesta del organizador y dirigente Adriano Tribín Piedrahita, haciendo realidad la celebración por una semana del "Festival Folclórico Colombiano" al son de bambucos, rajaleñas y sanjuaneros y los atuendos típicos que durante años  los campesinos usaban en sus fiestas patronales que ayudaron a la formación de la convivencia ciudadana en medio de danzas alusivas como las de los Machines donde nuestros personajes extraídos de la mitología popular y los que fueron apareciendo en nuestros entornos, serían los verdaderos artífices de estas festividades.

-¡hipp San Juan!
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