https://www.elolfato.com/ibague-tuvo-tal-vez-su-peor-concejo-municipal-de-la-historia
Decía en un anterior blog de esta misma página que la nueva mandataria de Ibagué y por supuesto de la gobernadora del Tolima tuvieran en cuenta los errores cometidos por sus antecesores sobre el mal manejo que han hecho con la dilapidación de los dineros públicos de los tolimenses y del país, a favor de unos pocos, tal y como lo muestra el link con que comienza este blog tomado de uno de los portales informativos que tiene el Tolima, sobre el concejo municipal de esta ciudad amañadora para la gran mayoría de los que vivimos en ella, y para unos cuántos como el que publica este, no por estar sometido a toda una serie de injusticias que se han sucedido durante años de años, y en la que sus cómplices lo hacen por internet y por vía celular en un ventajismo desbordado, como si también los malos manejos incluyeran a autoridades, o a personajes que se dedican a impedir que cuente sus historias y las ajenas en un país que se precia de ser democrático, y sin que nadie sostenga lo contrario, y por lo que el autor ha hablado sobre "Curiosidades de los trabajos del internet y síquicos". Todavía no ha podido entender el por qué ha sido sometido a semejantes persecuciones de carácter policivo y/o de particulares, y a cuenta de qué o quiénes; a no ser que exista un legado oculto que desconozca, o simplemente porque así somos los colombianos. El informe presentado por dicho portal en algo refleja la realidad que hemos vivido. Lo que si sabe el autor de dichas crónicas es que ha sido vilipendiado la mayor parte de su vida y que en alguna ocasión fue víctima de un atraco y vano intento de asesinato en Bogotá cuando andaba casi como un enajenado mental, y que desde hace mas de 30 años ha sido acosado de manera permanente por presuntos filibusteros de calles como si quisieran no solo acallar lo sucedido con otras series de ardides maquiavelicas, pescando en rios revueltos en hechos que le han sucedido desde muy niño. En fin, como se dice, hay que dejar que las aguas se aquieten, y sigan tranquilas, que otros tiempos llegarán, así hayamos muerto.
