Es una fiesta religiosa que se celebra entre la última semana de mayo y la primera de junio con más de 200 años de existencia y que para esta ocasión comenzó desde el primero de junio hasta el primero de julio, una festividad profundamente arraigada en la cultura y la religiosidad de Tolima, Colombia, especialmente en el municipio de Guamo. Esta celebración que para este año se celebra en junio, es una expresión vibrante de fe y tradición, donde los habitantes y visitantes se reúnen para participar en procesiones y admirar los coloridos arcos y altares que adornan las calles. Durante el Corpus Christi en Guamo del 2.024 se inició el 1 de junio y se extenderá hasta el 1 de julio, coincidiendo con las fiestas de San Juan y San Pedro. Durante este tiempo, el municipio se engalana con una serie de eventos que incluyen procesiones religiosas, muestras folclóricas y gastronómicas, así como la primera versión del Reinado Nacional de la Artesanía. Los visitantes y locales tienen la oportunidad de disfrutar de la rica gastronomía del lugar, incluyendo el plátano paso, un plato tradicional cuya preparación dura un mes y se convierte en el centro de la experiencia culinaria durante la festividad, y de apreciar las artesanías como sombreros y abanicos hechos en palma real, además de las reconocidas vasijas de barro de La Chamba. La solemnidad del Corpus Christi, que es el punto central de estas celebraciones, se lleva a cabo con procesiones reflejando la gratitud de los campesinos por las cosechas recibidas. Este año, la festividad promete ser aún más especial con la participación de delegaciones y candidatas de varios municipios del país, lo que añadirá un toque distintivo a la celebración. La fecha de la Fiesta de Corpus Christi varía cada año debido a su conexión con el calendario litúrgico cristiano, que está basado en ciclos lunares. Esta festividad se celebra el jueves siguiente al Domingo de la Santísima Trinidad, que a su vez ocurre el primer domingo después de Pentecostés. Pentecostés se celebra 50 días después del Domingo de Resurrección, también conocido como Pascua, cuya fecha cambia anualmente siguiendo el primer domingo después de la primera luna llena que ocurre en, o después del equinoccio de primavera. Por lo tanto, como la Pascua puede caer en cualquier domingo entre el 22 de marzo y el 25 de abril, la fecha de Corpus Christi, que depende directamente de la Pascua, también cambia dentro de un rango de fechas posible cada año. La razón de esta variabilidad se remonta a decisiones históricas de la Iglesia Católica para alinear sus celebraciones más importantes con eventos judíos antiguos y ciclos naturales. La Pascua, por ejemplo, está vinculada a la Pascua judía, que también se basa en un calendario lunar. Al establecer la fecha de la Pascua y por consiguiente, la de Corpus Christi, la Iglesia buscó mantener continuidad con estas tradiciones ancestrales. Además, la elección del jueves para la celebración de Corpus Christi tiene un significado especial. Se seleccionó este día de la semana porque es el mismo día de la semana en que se cree que Jesucristo celebró la Última Cena con sus discípulos, instituyendo así el sacramento de la Eucaristía. Aunque originalmente se celebraba exclusivamente el jueves, algunas iglesias han trasladado la observancia a un domingo cercano para facilitar la participación de los fieles, reflejando así la importancia de la festividad y su adaptación a las necesidades contemporáneas de la comunidad católica. En resumen, la fecha de Corpus Christi varía cada año porque está intrínsecamente ligada al calendario litúrgico, que a su vez depende de la fecha de la Pascua, determinada por ciclos lunares y tradiciones históricas.
La Fiesta de Corpus Christi, con sus orígenes en el siglo XIII, es una celebración arraigada en la tradición católica. Iniciada por el obispo Robert de Torote y promovida por las visiones de Santa Juliana de Mont Cornillon, esta festividad se ha convertido en un símbolo de la fe y la devoción eucarística. La proclamación del Papa Urbano IV fue un momento decisivo que marcó la expansión de esta celebración a la universalidad de la Iglesia, enfatizando la doctrina de la transubstanciación, donde el pan y el vino consagrados en la misa se convierten en el cuerpo y la sangre de Cristo. La procesión del Corpus Christi, que se lleva a cabo durante esta fiesta, es una manifestación pública de fe, donde los fieles caminan por las calles acompañando al Santísimo Sacramento, generalmente custodiado en una ostensorio(Parte superior de la custodia, donde se coloca el viril) y llevado bajo palio (Un dosel o baldaquino sostenido por varas que se utiliza en procesiones para proteger al sacerdote que lleva el Santísimo Sacramento, reliquias o imágenes), como signo de reverencia y adoración. Esta procesión no es solo una demostración de fe, sino también una oportunidad para la comunidad de unirse en oración y reflexión sobre el misterio de la Eucaristía.
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