El Mohán
Es tal vez el personaje mitológico más importante de la cultura tolimense. Por donde vaya se los va a encontrar en los parques, así como a los bogas que vienen siendo el emblema que nos recuerdan a los indígenas que encontraron los españoles en los ríos de estas tierras, y cuyas reminiscencias todavía se pueden ver en las selvas del Amazonas o del Chocó, en donde sirven de guías, y que ahora en esas regiones selváticas también se les llama lo mismo. Los bogas del Tolima sirvieron de fuente de inspiración en el imaginario colectivo que ahora recreamos, por ser este el que seduce a las mujeres, extravía a los pescadores, y aunque el autor lo representa con esta figura bajada del Internet siempre se parece a otras en donde aparece fumando su imprescindible tabaco.
Aunque es probable que obedezca a la de muchos que en su tiempo supieron de la llegada de los españoles que no entendían cómo caballos y hombres parecían ser un solo Dios, y que iban todos juntos en esas conquistas que siguieron después de la llegada de Cristóbal Colón a estas tierras, ya que como nunca antes sabían de la existencias de estos extraños personajes, prefirieron refugiarse en lo profundo de la manigua entre estas montañas que han servido de inspiración para que surgiera la cultura y el desarrollo social que ahora tenemos con las ciudades.
Su aspecto físico que se homóloga a los que en nuestros días llamamos trashumantes, bien hubiera podido ser del que hablan estas narraciones que para nosotros se han convertido en un mito, ya que su figura de cabellos largos y demacrados, que posado en las orillas de los ríos y en la del río grande la Magdalena, donde aparece fumando su tabaco que seduce a las mujeres, mientras a los pescadores los asola en sus trabajos para sobrevivir, pues enreda sus redes, e incluso en algunos casos los ahoga; y que se nos asemeja a la de un ermitaño que en su tiempo tuvo poder entre los indios, ya que como hechicero les previno de lo que iba a ocurrir con la llegada de estos.
En fin, alrededor de él nuestra cultura popular ha tejido más de una leyenda que seguramente pudo ser basada en historias reales de lo que sucedió en la colonización de los indígenas por parte de los españoles.Abajo se puede apreciar la avenida Mirolindo, ya casi llegando a la carretera Panamericana.
