Presidentes tolimenses de Colombia - Carlos Lozano y Lozano

Carlos Lozano y Lozano

Para los que nacimos y crecimos en la década del 50 del siglo pasado, y más cercanos a las vivencias de una generación enfrascada entre las disputas políticas por el poder, que tenía como telón de fondo la crisis de la gran depresión económica del capitalismo en 1.928 que ocasionaría otra guerra mundial, mientras vivíamos nuestro propios conflictos con paises vecinos como el Perú, y sus diferencias litigiosas también por los limites con el Ecuador, y que desde la independencia prosperaron a raíz del poblamiento y las necesidades de los Estados que surgieron con caudillos que preconizaban nuevos sueños de poder a su alrededor, y también para satisfacer las economías de cada uno de estos; trastocados además en nuestro caso colombiano por unas generaciones que quería modernizar un Estado sometido a unas leyes caducas que no se correspondían con el desarrollo económico de las fuerzas productivas que emergieron y dieron paso a nuevas clases sociales que exigían transformaciones con las reformas propuestas de las corrientes liberales que querían dar al traste con los viejos latifundios improductivos, y con el espíritu de libertades que preconizaban una mayor apropiación de los bienes materiales en beneficio de las grandes masas populares, en donde la industria nacional para su desenvolvimiento necesitaba insuflarse con ideales acordes muy diferentes del poder ejercido por los conservadores, ante la estrategia que desde Benjamín Herrera propuso en 1.922 en Ibagué de la no violencia mediante las armas para llegar al poder tras la derrota de los liberales en "La Guerra de los Mil Días", y el sueño de estos por la reconquista del gobierno a través de los siguientes años, que solo con la llegada al poder impulsada por López Pumarejo, Gabriel Turbay, Carlos lozano y Lozano, Darío Echandía, entre otros, para hacerse de la autoridad gubernamental de manera pacifica, en una estrategia que le dio resultados a López Pumarejo impulsando la candidatura de Enrique Olaya Herrera en 1.930 para no crear resquemores entre los conservadores que estaban fraccionados entre si, y en la que estos accederían nuevamente conocidos como "La Generación del Centenario". Una generación enmarcada dentro de lo que fue el modernismo en la literatura, que tenía muchos ideales de cambios sociales con el manejo del Estado que auspiciara más a la prosperidad de un pueblo sumido en la ignorancia, por una nueva clase dirigente que veía con buenos ojos la importancia de la educación, favorecidos también por el aprovechamiento del café que sirvió para la acumulación del capital que facilitaría el desarrollo industrial, permitiendo mejores condiciones de vida para sus pobladores. Y a pesar que hicieron grandes reformas con la participación de las masas populares que exigían las reformas, no lo lograron. Sin embargo, todavía el eco de estos personajes en el imaginario colectivo de la generación de mediados del siglo pasado, e incluso los nombres de muchos colegios e instituciones del país nos recuerdan sus gestas, como partes de la misma historia que forjaron a través de las reformas jurídicas y sociales que protagonizaron, tanto así, qué todavía evocan para muchos de los ciudadanos sentimientos de admiración, y para otros más, el espíritu de la reconciliación que este país no ha tenido, motivados por las diferencias de clases sociales por la mala distribución de la riqueza, y por tantos otros conflictos en que una nación ha vivido enclaustrada entre sus guerras que no le han permitido ver el horizonte por las mezquindades de los mismos dirigentes que nos han gobernado, y quienes con sus disputas, a todos nos han perjudicado. Personalidades como Darío Echandía, Gabriel Turbay, Rocha Alvira, Jorge Eliecer Gaitán, Alfonso Palacio Rudas más conocido como "El Cofrade" y tantos otros que siendo parte de la misma generación, ejercieron sus influencias entre las gentes, el de Carlos Lozano y Lozano que nació en el 31 de enero de 1.904 en Fusagasugá, sin ser parte del Tolima la raigambre ancestral de toda su familia provenía del mimo Departamento, y muerto joven a la edad de 48 años en 1.952 por una decisión suya y trágica que los historiadores ni sus descendientes nunca lo han dicho, por respeto a la memoria de una figura pública que a esa edad tenía un futuro promisorio cuando ya había ocupado diferentes cargos estatales prominentes como estadista, en donde ocupó cargos en la rama judicial, e incluso como abogado de oficio en una de sus defensas redactó un opúsculo famoso, fuera de ser profesor en el ejercicio de su profesión como abogado, siendo a su vez una autoridad en derecho criminal que como estudioso de esta rama no solo escribió sobre estos temas y otros diferentes, lo mismo que un estudio entre los muchos temas que abordó desde muy temprana edad, un tratado sobre los efectos del alcohol en los delitos de las personas que siendo partes de los estratos sociales en que viven, sus rasgos de la personalidad que contravienen las normas jurídicas enmarcadas entre el delito y la contravensión tienen que ser en cada caso particular abordadas con los trastornos pasajeros que ocasionan en su libido, siendo uno de los propulsores de las corrientes del derecho penal positivo en Colombia, pues lo mismo que Jorge Eliécer Gaitán, fueron alumnos de Enrico Ferri que a su vez fue estudiante de Cesare Lombroso en Italia sobre la influencia de la mente criminal condicionada por el medio social en que vive, quienes le permitieron compartir ideas en el plano personal y político. El solo hecho de alinearse en torno a la figura de Eduardo Santos y su posición respecto de "La Segunda Guerra Mundial" y la forma de encarar las respuestas sociales del momento, en oposición a las propuestas de Jorge Eliecer Gaitán que preconizó en su momento el Unirismo en oposición a los partidos tradicionales, nunca le hizo criticas a sus planteamientos. La llegada del liberalismo al poder en 1.930 con Enrique Olaya Herrera, le depararía el nombramiento del cargo de Gobernador del Tolima en 1.930 por poco tiempo, dado que por su intelecto y experiencia, los gobernantes de turno en las dos décadas en que se desenvolvió como figura publica en las ocupaciones de los altos cargos del gobierno, lo hizo ser uno de los que más ha trascendido por la huella que dejó entre sus coterráneos.

No era casual que hubiese llegado a esa dignidad por su labor intelectual y representativa del Tolima, lo mismo que siendo después designado a la presidencia en 1.939, también fuese presidente de Colombia durante once días entre el 9 y el 19 de octubre de 1942, en el gobierno de Alfonso López Pumarejo cuando estuvo de visita en Venezuela, y recordando que fuera el que hizo la presentación de su primera candidatura a la presidencia en Honda, junto con Darío Echandía. Era hijo del educador que regentó un colegio en Ibagué, y a su vez diplomático, de don Fabio Lozano Torrijos , cuyos ancestros provienen de Falan (Tolima) en donde actualmente existe una Normal que evoca su nombre y linaje como homenaje por su destacada participación en los acontecimientos de la época, por cuanto el hecho más destacado en su vida política fue el tratado firmado de limites con el Perú sobre los derechos de Colombia en el Trapecio Amazónico en Leticia - Tratado Salomón- Lozano - en marzo 24 de 1.922 sobre la culminación de la guerra que venían desde los tiempos de Simón Bolívar, y también ante la continuada invasión peruana y la esclavización de los indígenas en La Chorrera, en Putumayo, por los caucheros de la Casa Arana, y que están reflejados en la novela de "La Vorágine" de José Eustacio Rivera dentro de la selva amazónica.

Como hijo de estas tierras en donde también lo fueron el poeta Diego Fallón y Roberto Frías, descendientes de familias inglesas en las que el primero influyó para que a este municipio se le diera este nombre en su homenaje, y al otro también al municipio de Frías debido a que dicha región, Bolívar la cedió a estos en agradecimiento por la ayuda prestada en las guerras de la independencia, y quien fuera el administrador de las minas de oro y plata adonde hoy se conocen en parte como "La ciudad perdida" que incluso el mismo Bolívar estuvo en uno de los socavones que se conoce con el mismo nombre, y de donde más tarde sus descendientes Fabio Lozano y Lozano, Juan Lozano y Lozano muy conocido en la guerra colombo-peruana, y por su columna en el periódico de El Tiempo con el nombre de "El Jardín de cándido", y el mismo Carlos Lozano y Lozano como el de otras dos hermanas suyas, fuesen el tronco de una familia de cuyo abolengo de este país han ejercido liderazgos políticos y sociales.
  


Compre nuestros libros dando clic en cada uno. Prioritario: Historia Básica del Tolima


.