Presidentes tolimenses de Colombia - José María Melo

José María Melo

Nacido en Chaparral en la época de "La Nueva Granada" en 1.800 y muerto en La Trinitaria bajo el mando de Benito Juárez en la Segunda República Federal de México, el 1 de junio de 1.860 por los ideales que lo enaltecieron, e inspirado al fragor de las diferentes luchas en que participó por la independencia desde que se enroló en las tropas libertadoras de las colonias españolas en 1.819 y donde participó en las batallas de Bomboná, Pichincha en 1.822, en Junín y en La batalla de Ayacucho, que dieron la Independencia de Suramérica; y luego en El Puerto del Callao en 1.825 ante la negativa de los realistas a rendirse ante las tropas Grancolobianas y del Perú que luchaban por dar un nuevo rumbo independiente del andamiaje colonialista español que se dio con el descubrimiento de América, y la Batalla del Portete de Tarqui a pocos Kilómetros de Cuenca (Ecuador) entre las tropas peruanas y grancolombianas cuando ya se podía entrever lo que sucedería después con la disolución de "La Gran Colombia", tras el ocaso de ese espíritu independentista americano que se trastocaría por los nuevos sentimientos de poder y control de las regiones que fueron colonias, auspiciadas por las antiguas aristocracias que terminaron por derrumbar el sueño bolivariano inspirado por Francisco Miranda, y también por las disputas internas sobre la forma de gobierno que debían tener las recientes repúblicas liberadas en dos bandos irreconciliables entre el legalismo jurídico bajo las egidas federalistas de Francisco de Paula Santander y sus seguidores, que no veían con buenos ojos lo que fue la constitución boliviana y las ideas centralistas de Bolívar y sus adeptos que de alguna forma tendían a favorecer lo que fueron las antiguas monarquías en que surgieron estos. Aunque no se trata de contar su vida propiamente dicha, hay que decir que el hombre es producto de sus circunstancias por el medio que lo rodea, y que nuestros libertadores, incluido el propio General Melo, vivieron bajo la influencia de lo que fue la Revolución Francesa y la Revolución Industrial con el advenimiento de lo que representaron las nuevas clases sociales, y que como todos los libertadores a muchos les tocó vender los vales que el nuevo Gobierno les dio para sobrevivir en agradecimiento por los servicios prestados a la independencia, y que algunos pocos con la compra de dichos bonos se volvieron grandes latifundistas al amparo de la nueva forma social de la burguesía que surgía en medio de otras confrontaciones políticas, aunque para acomodarse a las nuevas relaciones de producción tuvieron que pasar muchas contradicciones con el fin de dar forma al Estado de derecho que hoy tenemos. No hay que olvidar que en el momento del golpe de facto de Melo en la Semana Santa de 1.854, este como la mayoría de los libertadores de su tiempo estaban imbuidos con las ideas que se habían gestado de Libertad, el derecho al Voto Universal, las ideas Socialistas y las influencias de los sindicatos obreros surgidos en las textileras francesas e inglesas, más todo ese trasegar ideológico que venía de la influencia masónica en América surgida en medio de aquel secretismo que siempre ha tenido como movimiento, que amalgama los conceptos de libertad religiosa y de oficios que desde sus comienzos influyeron en el desarrollo de nuestras sociedades, en las insurrecciones contra la colonización en América, Jamaica y todas las Antillas, y que fueron la antesala de los revolucionarios de su tiempo que trasegados por la Europa convulsionada por los pensadores de “La Revolución francesa”, se expandió de diferentes formas y conceptos, y que no es casualidad que gran parte de dichos generales como en el caso de Bolívar y Santander, que según algunos, este último fuese el fundador de la primera logia masónica que hubo en la clandestinidad, "Los corazones sensibles", así como otros miles de talleres culturales que sembraron mediante el estudio, las ideas de altruismo social por el progreso moral y material de sus miembros en bien de la humanidad, qué todavía los que estudiamos en los colegios que fundó en su gobierno, siempre se ha sabido de las ascendencias ideológicas de estas logias, y que según el decir de La Revista Semana en uno de sus artículos, su influjo está ligado a los servicios del país. Personajes como Antonio Nariño, Rafael Urdaneta, Tomás Cipriano de Mosquera, José Hilario López, Manuel Murillo Toro y muchos que ejercieron el poder en Colombia, como el mismo José María Melo, tras su ideario vivido en Europa, mucho antes de su derrocamiento del poder como presidente de facto que duró escasamente 8 meses desde el 17 de abril de 1.854 hasta el 4 de diciembre del mismo año. Su larga estadía en Europa, le permitieron asimilar sus ideas sociales de acercamiento a los pueblos en sus necesidades económicas, tal y como lo hiciera con su participación en las tropas de los libertadores, en el tiempo del deslinde del antiguo sistema colonial por el de las políticas del "Laissez-Faire" o dejar hacer, que en economía representaba un libre mercado que iba en contravía a los intereses de los artesanos que no podían competir con los productos extranjeros libres de impuestos de aduanas. que sirvieron para la creación por parte de Ambrosio López, el abuelo de Alfonso López Pumarejo en 1.847 junto con otros "La sociedad de artesanos" para movilizar al gremio contra las políticas que se estaban instaurando del "Libre cambio", y que en cabeza de FlorentinoGonzáles comenzó a aplicar como secretario de hacienda en el gobierno de Tomás Cipriano de Mosquera en 1.846, ungido presidente de “La Nueva Granada”. Políticas que consideraban la inclusión del Estado en la división internacional del trabajo, bajo las cuales los países productores de mercancías se veían favorecidas del libre comercio con los demás, entre los cuales las exportaciones de los recursos minerales se intercambiaban por estas, en esa libertad de comercio que preconizaban las naciones del mundo.

En medio de esas contradicciones que se dieron con la llegada al poder de José Hilario López que dentro de sus reformas económicas, políticas y sociales, aprobó la manumisión de los esclavos, la ley agraria, la separación de la iglesia y el Estado, la libertad de prensa y la federalización, lo mismo que la expulsión de los jesuitas nuevamente, después de cinco años de haber sucedido lo mismo con Tomás Cipriano de Mosquera, lo que en su vida personal le acarrearía la animadversión de la Iglesia Católica hasta después de su muerte en Neiva, cuando el párroco se negó a enterrar el cadáver del expresidente motivado por la expulsión de estos.

La cimentación de las nuevas estructuras sociales que terminarían con el viejo andamiaje colonial, sería el corto periodo de gobierno de deslinde vivido de facto por José María Melo ante la indecisión de Obando de tomarse el poder bajo la presión de los artesanos congregados en “La Plaza de Bolívar” que se consideraban engañados por José Hilario López, que a pesar de sus políticas no evitaron que un nuevo orden institucional que surgía con las relaciones de producción capitalistas expresadas en las nuevas leyes liberales que darían al traste con los antiguos legados coloniales, en un país que durante esos años con las disputas entre Gólgotas que estaban a favor de las política del libre cambio y con intereses en el sector agrario industrial, y que terminaron por oponerse definitivamente a las reformas propuestas por las sociedades democráticas que veían con desespero cómo se iban arruinando, y unos liberales moderados con los mismos ideales de los anteriores, y denominados Draconianos que defendían el proteccionismo, siendo producto de las circunstancias que lo rodearon en su vida, sin desconocer su personalidad y convicciones forjadas por esos sueños e ideales que seguramente para él terminarían frustrados, y para otros como en el caso de Urdaneta que lo llevó por su cercanía de amistad y de compañerismo en las actividades en los servicios patriotas a ser concuñados, pues se casó con una cuñada suya, y además de la entrega que hizo del poder a Domingo Caycedo en la que juntos terminaron en Venezuela desterrados mediante el convenio de “Juntas de Apulo”, tras el vacío del poder y la muerte de Bolívar para evitar una guerra civil, ya que defendían sus ideales; tanto así, que en Venezuela conspiraron con otros militares contra el presidente José María Vargas en la búsqueda del sueño bolivariano por reconstituir La Gran Colombia en 1.835, y de donde también salió desterrado al retomar el poder José Antonio Páez "El León de Apure". Hay que decir como colofón de la vida de José María Melo, que fue producto de su tiempo, tras esos sueños e ideales tan contradictorios por la orientación política y social entre sus coetáneos en la búsqueda por un mundo mejor, pues su cercanía con las reivindicaciones de los artesanos que se oponían al libre comercio con Inglaterra, Francia y Estados Unidos por considerar que las importaciones los arruinaban e impedían el nacimiento de la industria nacional; exigiendo el respeto a los Resguardos Indígenas y la abolición de la esclavitud, en el que rechazaron el Tratado de Comercio y Navegación con Estados Unidos, firmado por el presidente conservador Tomás Cipriano de Mosquera, que le daba facultades a ese país para intervenir en Panamá; ideales no compartidos por sus contendores políticos que fraguaron un complot en la que se le acusó del asesinato de un cabo, Pedro Ramón Quiroz, que después de ser herido en una trifulca callejera llegó tarde al cuartel, y a quien mandó a arrestar por el incidente luego de acabar de salir de una reunión de Presidencia, mandato que revocó al conocer la gravedad de la herida, ordenando de paso a que lo llevasen al hospital militar para que lo curaran, y en donde murió más tarde. Acusado de haberlo asesinado con una espada, sirvió de pretexto para que arreciaran las críticas de sus detractores por sus decisiones, y a pesar que más de 40 testigos y el mismo Quiroz antes de morir, manifestaran que era inocente de lo que se le endilgaba, quienes instigaron aún más las decisiones que José María Obando como presidente no quiso hacer, y que llevado por aquellas circunstancias que decimos, y seguramente presionado por las exigencias de los artesanos por los que sentía simpatía, tomó esa decisión de facto. Una realidad que lo ubicó en otros senderos más abruptos hasta su muerte, ya que sin estar detenido en una cárcel debido a la fianza que pagó su paisano Manuel Murillo Toro para que no se le detuviera, y luego de los tres juicios políticos que le hicieron, fue desterrado por ocho años, y confiscados los pocos bienes que tenía, hasta morir bajo la egida de ideales no realizados en México, defendiendo los ideales de Benito Juárez.


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